La cuenta atrás ya ha comenzado para la salida de Isco, después de que Valencia y Málaga hayan comenzado a negociar las formas de pago de los seis millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión. Manuel Llorente se mostró inflexible a la hora de rebajar el precio por el que el enganche podía desligarse unilateralmente, pero sí ha aceptado un pago fraccionado siempre que les presenten avales bancarios, situación que le evitará al futbolista pagar el IVA de esa operación y que encarecería su salida aunque el VCF iba a ingresar la misma cantidad. Ahora los dos clubes están en ese punto, por lo que la salida de Isco no se va a demorar mucho en el tiempo y el Málaga confía en hacer oficial su incorporación cuanto antes. Isco no tendrá que presentarse el próximo lunes a entrenar con el filial del Valencia, ya que su traspaso se da por hecho por los dos clubes.

SUPER publicó el pasado miércoles que el Valencia le daba por perdido. Isco empezaba a convertirse en un problema cuando debía ser una solución para el club. Después de que las últimas negociaciones entre el presidente y la agencia de representación IMG no llegaran a buen puerto para sellar su renovación (su contrato expiraba en 2013 y tenía una cláusula de seis millones), la entidad valencianista empezó a percibir que el futbolista podía tener un compromiso con el Málaga, tal como aseguraban allí sus familiares informalmente. Con el paso de los días se ha ido avanzando en ese sentido, a pesar del interés del club desde la pasada temporada por renovar su contrato elevando también su cláusula de rescisión, por lo que el Valencia acepta traspasar a una de las perlas que tenía en su cantera. La pasada temporada empezó a mostrarse con el primer equipo, entrenando a las órdenes de Unai aunque su participación en partidos oficiales se quedó en 213 minutos (repartidos en cinco partidos de liga, dos de Champions y uno de Copa, en el que marcó dos goles al Logroñés). En el club hubo un debate interno sobre si el técnico debió apostar más por él que otros jugadores que tenían una actitud negativa, como fue el caso del Chori Domínguez, pero los números están ahí y aunque Manuel Llorente ya le ofreció renovar el pasado verano (una temporada más), el malagueño no lo aceptó porque antes de mejorar sus emolumentos quería comprobar que el club apostaba por él deportivamente. En las últimas negociaciones, Llorente ofreció dos temporadas más al futbolista de las que tenía firmadas (ampliándole hasta 2015) y después le propuso sólo un ejercicio más para ver si no quería atarse tanto, pero su respuesta siempre ha sido negativa. Entrando en el plano económico, el VCF piensa que las cantidades que le ofrece el Málaga son superiores a las de la entidad blanquinegra, pero ahí Llorente fue tajante.

Isco se encuentra estos días en Arroyo de la Miel, una pedanía de Benalmádena donde su familia tiene el domicilio, y salvo cambio de orden no tendrá que regresar a Valencia para incorporarse a los entrenamientos con Vicente Mir el próximo lunes (el sábado 16 se concentra con la selección Sub´20), ya que el Málaga quiere presentarle lunes o martes, una vez queden cerradas los plazos en los que el Valencia recibirá seis millones de euros por su salida.