Fue como revivir aquella triste mañana del pasado 4 de abril, cuando el valencianismo despedía también en la ciudad de Torrent al padre de otro de los suyos: Vicent Guaita. Ayer, 14 de agosto, hacía como es lógico bastante más calor, pero se pudo ver el mismo gentío, flotaba en el ambiente el mismo sentimiento de ofuscación y la casualidad dictó que fuera exactamente el mismo escenario, ahí, frente a un patio en el que en otro tiempo hubo un Vía Crucis, una iglesia del convento de Monte Sión donde antes de las 10:30 de la mañana ya no cabía un alfiler. Es la iglesia del colegio donde hace ya algún tiempo estudió el fallecido Paco Alcácer, donde seguramente hizo su primera comunión y donde de pequeño empezó a darle en el patio al balón igual que años después lo haría su hijo, convertido hoy en todo un futbolista para orgullo de una familia cien por cien valencianista.

Porque el Valencia CF y la fatalidad volvieron a encontrarse cuatro meses después en esta localidad de l´Horta sobrecogida aún por el impacto de la noticia, por la cruda realidad de la muerte inesperada, especialmente dura en su manera de presentarse. Infinidad de gestos y comentarios delataban que ayer, casi dos días después, nadie da crédito todavía a lo ocurrido la noche del viernes en la misma puerta de Mestalla, cuando al Valencia CF se le paró de repente el corazón.

Triste como a veces la vida

Toda la plantilla quiso estar a primera hora de la mañana en el Tanatorio de Sant Josep para apoyar al menos durante unos pocos minutos a Paco Alcácer, para dar ánimos a su familia antes de partir hacia Almería para jugar un partido intrascendente, triste como a veces lo es la vida misma. También acompañaron en un día tan difícil a Paco, a su madre Inma y su hermano pequeño, Jorge, los integrantes del Valencia Mestalla con sus técnicos Vicent Mir y Paco Camarasa, además de una amplísima representación del Valencia de hoy y de siempre, con Manuel Llorente, Ferran Giner, Braulio Vázquez, José Luis Martín Vila, Blas Madrigal, Jaume Ortí, Juan Sánchez, Vicente Andreu y un largo etcétera. Atentos en todo momento a las necesidades de la familia de Paco, todos los integrantes de Toldrá Consulting, con Alberto a la cabeza. Los Alcácer, una familia muy querida en Torrent, recibieron el apoyo de muchísimos vecinos y amigos, compañeros de colegio y de trabajo. Contaron con el apoyo de muchas de las entidades de la población, sin olvidar a la familia Guaita y a las autoridades más representativas, la alcaldesa María José Català y Juan García, primer teniente de alcalde. Y sobrellevaron el día con una entereza digna de elogio.

Entre las innumerables coronas que acompañaron el féretro, que de la parroquia de Monte Sión se dirigió en un silencio casi sepulcral hasta al crematorio del cementerio parroquial, se podía encontrar la del Valencia CF, de la Federación Española de Fútbol y también la Federación de la Comunitat Valenciana, del Ayuntamiento de Torrent y de la Asociación de Fútbolistas Españoles, que estuvo representada además por su presidente Luis Manuel Rubiales, y también la de Superdeporte.