«Si las condiciones son buenas… a Miguel le gustaría quedarse». Ha llegado la hora en la que el lateral portugués se juega su renovación y eso va a depender de su comportamiento de aquí a final de temporada, ya que en el plano deportivo no ofrece ningún tipo de duda y la Dirección Deportiva justifica su planteamiento de futuro con la participación que tiene. El Valencia no le va a perdonar otra trastada. A día de hoy es el lateral derecho que más partidos ha jugado, a pesar del castigo deportivo que le impuso Emery por llegar tarde a un entrenamiento, y si sigue en esta misma línea tiene muchas opciones de continuar por una temporada más con un contrato fijo más primas económicas por partidos jugados. El Valencia está metido de lleno en la incorporación de un lateral derecho titular, con Van der Wiel como mejor colocado, y las alternativas de Debuchy y Azpilicueta. Y será después cuando tratará de definir quién competirá con él, y es ahí cuando el nombre del portugués entra en escena, junto al de Antonio Barragán y varios laterales jóvenes que ha seguido la secretaría técnica.

Miguel no se vestirá de corto en el derbi de mañana y tiene todos los sentidos puestos en recuperarse cuanto antes, dejando el tema de su futuro en manos de su agente Paulo Barbosa, que conoce la intención del Valencia después de la conversación informal que tuvo el jugador con Braulio Vázquez y que le han corroborado desde la zona noble de la entidad. Las dos partes entienden que ahora hay que esperar, más allá de que el futbolista ya puede firmar con total libertad en otro club. Miguel no lo va a hacer, está a gusto en Valencia y el mejor ejemplo ocurrió hace unas semanas, cuando Paulo Barbosa le comunicó al futbolista que había opciones de firmar por el Galatasaray. Ahí el jugador portugués prefirió descartar la opción de cambiar de aires después de la conversación que tuvo con Emery en la que le «perdonó», al ser consciente que aquí tendría continuidad. Paulo Barbosa y Javier Gómez han hablado los últimos días por otros asuntos relativos al futbolista, pero según ha podido saber SUPER, la opción del Galatasaray no se le llegó a plantear al club por petición expresa de Miguel. A los dos les une una gran relación forjada con el paso de los años y son conscientes de que el lateral luso está cuajando una gran temporada justo cuando el futbolista llegó incluso a viajar a Lisboa el último día del mercado de fichajes para intentar cambiar de aires. Ahora la situación ha dado un giro de 180 grados.

¿Qué piensa Miguel sobre su futuro? A sus 32 años tiene bien claro lo importante que es acabar el curso a un gran nivel y le encantaría firmar un contrato por dos temporadas en un equipo de primer nivel, pero él no es partidario de irse a cualquier lado a pesar de que económicamente sean muy importantes. El pasado verano tuvo la opción de marcharse a un club de la zona media de la clasificación en Rusia, pero no la aceptó. Miguel valora mucho tener a sólo dos horas la opción de ir a ver a sus hijas en Lisboa y seguir compitiendo en una competición de primer nivel. Y eso se lo da el Valencia.

De momento, tal como informó SUPER en su edición de ayer, se trata de unas intenciones que se ejecutarán en función del rendimiento del futbolista hasta final de temporada y de la opinión del entrenador. Miguel sabe que se le presenta una oportunidad, espera no llegar tarde porque en Valencia está muy a gusto, y el primer paso es continuar dando este nivel y no tener más descuidos fuera de los terrenos de juego. Nadie pone en duda su valía deportiva, pero para tener opciones de continuar un año más ha de ofrecer más. Miguel se la juega.