No debe haber sorpresas en el Britannia. Los jugadores del Valencia ya saben que el Stoke City es un enemigo muy competitivo, con una personalidad británica muy marcada y fortísimo en casa. La fórmula para contrarrestar al conjunto de Tony Pulis pasa por defender con concentración e intensidad y jugar el balón con velocidad. La manera de limitar el juego aéreo de los ingleses pasa por tener el balón el mayor tiempo posible. Asociación, alianzas entre líneas y una profunda mentalidad colectiva. En el cuerpo a cuerpo, en la lucha física hay poco o nada que hacer.

Después de una sesión de vídeo de cincuenta minutos, Unai Emery y Carcedo pusieron en práctica sobre el tapete las claves del fútbol del Stoke City. El cuerpo técnico insistió en los balones bombeados desde los costados, los córners y los saques de esquina, una de las especialiades marca de la casa del equipo de Pulis. El entrenador del VCF dispuso dos grupos de trabajo. Por un lado, formó un sistema defensivo con Bruno, Ricardo Costa, Víctor Ruiz y Mathieu, acompañados por Albelda y Éver Banega en la medular. Y por otro dispuso a Miguel, Rami, Dealbert y Barragán, en el lateral izquierdo, con Topal y Tino Costa formando por delante. Después probó todo estó en acciones de juego real. Insistió en lo mismo, pero ya con delanteros entrando al remate, molestando. La sindicación de Rami y Dealbert en el centro de la zaga tiene sentido por la fortaleza del central de Benlloch en el juego aéreo. Àngel se ha mostrado firme y fiable en este aspecto, dos valores que se presumen esenciales. Aunque, Víctor siempre ha sido titular en los partidos importantes y este lo es. Emery formará con el mejor equipo posible. Sin reservas.

El Valencia ha analizado al Stoke City como un equivalente a Osasuna, pero multiplicado. Poco juego en el centro del campo y mucho balón al área. Un equipo correoso, directo y peleón, que no deja jugar y hostiga a sus rivales. Precisamente por eso, la posibilidad de recuperar una medular con tres mediocentros, como sucedió en Pamplona, existe con una triple misión: fortalecer la defensa, guardar el balón y surtir de balones al ataque.