Éver Banega ya sonríe. A las cuatro horas de la intervención quirúrgica, el ´10´ empezó a sentir muchísimo dolor. Pasó una noche horrible, pero entra dentro de los cauces normales, no sabía cómo ponerse en la cama por la incomodidad que supone tener la pierna izquierda bien fijada, pero conforme avanzaba el día iba apareciendo una sonrisa que no perdió hasta que se acostó. A las 8:03 horas cogió su Blackberry para escribir en su cuenta de Twitter un sentido mensaje: «Gracias por el apoyo a todos lo que siempre están… Dándome ánimo… Muchas gracias de corazón!!!». En los momentos duros, como es la desgracia de partirse la tibia y el peroné tras quedar engancha su pierna izquierda entre su vehículo Audi R8 y el bordillo de una gasolinera, es cuando uno se da cuenta de los amigos que tiene. Y él no paró de recibir visitas desde su habitación 234 del Hospital 9 de Octubre, con quienes empezó a bromear, igual que hizo con los médicos, a los que aseguró que «en septiembre ya estoy dando patadas»… Su gran estado de ánimo es el primer paso para iniciar una recuperación larga y costosa, pero mirar al futuro con optimismo multiplica sus fuerzas.

Al mediodía, directos desde la Ciudad Deportiva, acudieron a ver a Banega Jordi Alba, Sergio Canales y Barragán. Tenían el día libre, pero querían estar a su lado para palpar su estado de ánimo. Tino Costa está en contacto permanente con él y su teléfono móvil no paró de recibir mensajes, tanto de los compañeros de vestuario como de la selección argentina. Y ahí empezó a transmitir su alegría, con Jordi en una habitación es imposible no esbozar una sonrisa, pero los mensajes optimistas que le han enviado los médicos también han ayudado. En un principio, tras ver al detalle las primeras resonancias, se llevaron las manos a la cabeza al ver los múltiples pedazos de hueso sueltos, pero al abrirle la zona comprobaron que no era tanto como parecía y eso animó al futbolista cuando despertó de la anestesia. Los compañeros de vestuario que ayer acudieron a verle bromearon con él y Jordi se quedó en el hospital hasta media tarde, cuando llegó la visita de los médicos. Eran las 17:30 horas cuando Luis Silvestre y Enrique Gastaldi pasaron por su habitación para verlo y empezaron a hablar del partido que iba a jugar unos minutos después el Real Madrid en la Champions. Sabe que no va a volver a jugar hasta el próximo curso, pero él sigue enganchado al fútbol porque es su pasión. Y así lo deja claro.

Este miércoles está prevista la visita del presidente, Manuel Llorente, y del capitán Albelda, que tenía la intención de ir el martes por la tarde pero no pudo al estar fuera de la ciudad. La idea es que esté uno o dos días más ingresado, aunque las buenas sensaciones que tiene podrían adelantar su salida. Banega ya ha comenzado la cuenta atrás para su regreso y el primer paso es que cicatrice bien el callo, ya que es lo más importante. La idea inicial es que comience su proceso de recuperación en la ciudad de Valencia, ya que en las primeras semanas ha de estar con la zona inmovilizada y se le realizarán placas en períodos cortos de tiempo para ver cómo evoluciona la zona. Eso sí, hay precedentes en los que un futbolista necesita cambiar de hábitat y no está descartado que viaje a Argentina, aunque a día de hoy esa opción no se contempla porque él quiere estar cerca de sus compañeros. Su pierna izquierda se va a quedar «muy finita» en opinión de los médicos, de ahí la importancia que tiene mantener la masa muscular.

Tras la profunda tristeza inicial, el futbolista estaba hundido, Banega ha vuelto a recuperar la sonrisa y agradece el cariño a todo el valencianismo por los mensajes de ánimo. Éver ya piensa en volver.