Grandes conocimientos futbolísticos, aptitudes técnico-tácticas impecables y una experiencia prácticamente inigualable como jugador. Laurent Blanc cumple a la perfección con el modelo de entrenador moderno francés. Su sobresaliente capacidad de adaptación también refleja en su estilo como director: champán francés, creatividad española, rigor italiano y coraje inglés. Refinado y educado, su trayectoria como internacional francés y tres años de éxito en el Girondins le valieron para tomar el control de la selección francesa. En el Burdeos sacó lo mejor de Gourcuff, eliminó a la Juve de la Champions y consiguió lo que parecía imposible: terminar con el dominio del Lyon.

Blanc fue el hombre elegido por la federación gala para gestionar el reciclaje Bleu tras el fracaso de Doménech. Dos años después de su llegada pasará examen en la Eurocopa. El torneo marcará su futuro y pretendientes no le faltan. En la cola ya está el Inter de Milán.