El Valencia CF no estará en la final de Bucarest. Se rompió el sueño del valencianismo en el mismo momento que quebró la rodilla de Sergio Canales. Mestalla quiso revivir la magia de las grandes noches europeas de años atrás. Soñó durante más de 45 minutos, pero la falta de atino y dos desgracias casi consecutivas en forma de lesión de su mejor futbolista, unido al gol de Adrián despertaron a los de Emery y a las cerca de 50.000 almas que poblaron Mestalla.

Lo decían los futbolistas en la previa del partido: "Nos dejaremos el alma", "saldremos a morir al campo". No era ningún farol. Empujados por cerca de 50.000 gargantas, los de Emery mordieron tan arriba como pudieron. Los papeles estaban intercambiados respecto a la ida del Calderón.

Empujó el equipo en los primeros minutos hasta ahogar a un Atlético que se iba empequeñeciendo con el paso de los minutos. El Valencia, con una conexión de alta velocidad, percutía por las dos bandas con Alba, Canales, Barragán y Feghouli. Jonas y Parejo repartían de dentro hacia fuera y Soldado esperaba con la caña preparada.

Tres ocasiones consecutivas del Valencia dejaron temblando el flan que era la zaga colchonera. Primero fue Jonas por partida doble tras aprovechar una gran volea de Feghouli; el propio Feghouli lo intentó desde fuera del área; y finalizó el primer acoso y derribo Soldado con un remate en plancha.

Centros y más centros no encontraban un remate certero. El Atlético salió en dos ocasiones de la cueva y en una de ellas Arda Turan obligó a salir a un valiente Diego Alves.

Los jugadores se iban al descanso pero no por ello Mestalla dejaba de animar. Tras la reanudación, los balones colgados de todos lados seguían estrellándose en el frontón rojiblanco. Emery buscó una segunda torre en el área rival dándole entrada a Aduriz.

Pocos minutos después llegó la jugada desgraciada. En un eslalon por banda a Canales le quebró la rodilla que durante medio año se encontraba entre algodones. El cántabro, el mejor del partido, se echó las manos a la cara. Sabía que se perdía el partido y quizá lo que resta de temporada.

El inesperado cambio de guión derivó en un segunda desgracia. Pérdida de balón, Diego se la puso a Adrián que se orientó un gran control con el pecho, dejó botar el balón y fusiló a Diego Alves. El Valencia, como otras tantas veces, se fue del partido.

En dos minutos se había pasado de la ilusión al desengaño. El Valencia CF perdió el norte. También Thiago, que acabó expulsado después de que Skomina decretara penalti por una mano del portugués que nunca existió y acabara desdiciéndose. Los nervios estaban a flor de piel y Soldado entró en una guerra con el centrocampista rojiblanco que no era la suya.

La jugada resumía lo que era el partido en ese momento. Por ese entonces, el Valencia CF estaba fuera de sí, fuera del partido y fuera de la ansiada final Bucarest.

Ficha técnica:0 - Valencia: Diego Alves; Barragán, Rami, Ricardo Costa, Jordi Alba; Albelda, Parejo (Tino Costa, m.68), Feghouli, Canales (Mathieu, m.59); Jonas (Aduriz, m.56) y Soldado.1 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Mario Suárez (Gabi, m.46), Tiago; Arda Turan (Salvio, m.75), Diego, Adrián; y Falcao.Gol: 0-1, m.60: Adrián.Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Mostró tarjeta amarilla a los valencianistas Soldado, Jordi Alba y Aduriz, y al atlético Courtois. Expulsó a Tiago (m.79) con tarjeta roja directa.Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Liga Europa disputado en el estadio de Mestalla ante 45.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.