A falta de nueve días para el comienzo de la Liga, el Valencia fuerza la máquina con el objetivo de cerrar la plantilla con las dos piezas que le faltan: un lateral izquierdo y un delantero. El tiempo apremia y el director deportivo, Braulio Vázquez, mantiene negociaciones abiertas con el Olympique de Lyon y el Rubin Kazan para que esos dos puestos los ocupen el franco-senegalés Aly Cissokho y el paraguayo Nelson Haedo Valdez.

Para el lateral zurdo el Valencia tiene dos vías abiertas, la primera la de Cissokho y la segunda la del navarro Nacho Monreal. Eso sí, a día de hoy, el africano está en la pole position. La prensa francesa desveló ayer el interés de los de Mestalla por un futbolista que lleva tiempo en la agenda de la dirección deportiva, pero que hasta hace muy poco parecía inalcanzable debido a su alta cotización.

En junio de 2009 el defensa de 24 años estaba prácticamente traspasado al Milan por 15 millones de euros; sin embargo, un problema dental truncó el fichaje al no pasar la pertinente revisión médica. Dos meses después el Olympique de Lyon lo compró al Oporto €donde deslumbró en 23 partidos€ por la misma cantidad más una plusvalía de un 20% en un futuro traspaso. Ahora, en cambio, la situación del lateral del Lyon ha virado. Cissokho ya no es inalcanzable. Es una perla que el mercado pone a tiro. La relación del jugador con el presidente del Olympique, Jean-Michel Aulas, se tensó hasta el extremo cuando el dirigente dio públicamente una lista de jugadores transferibles en la que Aly acompañaba a Cris, Källström y Bastos; criticó la actuación de los cuatro en varios partidos de la pasada temporada y, especialmente, en la final de Copa ante el Marsella.

En público Aulas ha seguido con el discurso de que quiere 10 millones de euros por Cissokho. Motivo por el que se ha enfrentado al hermano y agente del lateral zurdo. Sin embargo, la realidad es otra bien distinta. Los lioneses necesitan vender a toda costa y podría aceptar un traspaso por una cifra bastante inferior, ya que el club galo debe aligerar la masa salarial del plantel.

En el terreno deportivo Cissokho es el lateral que más gusta. Defensivamente sabe aprovechar su capacidad atlética €181 cm y 75 kilogramos€, del mismo modo que para incorporarse al ataque con mucha potencia. Prueba de que el Valencia está convencido de la valía del carrilero es que ya hizo una propuesta de cesión con una opción de compra rechazada por Aulas, que quiere líquido para cuadrar las cuentas. Pero los blanquinegros no se van a quedar ahí, se plantean muy seriamente llegar a una oferta de hasta cinco millones por el jugador senegalés.

La dirección deportiva del VCF considera al africano un lateral izquierdo que forma parte del top europeo. Es la razón por la que está dispuesto a poner sobre la mesa una cantidad similar a la que sólo ha llegado hasta ahora por quien fue la primera opción, Siqueira. Como sucedió con el brasileño, el Valencia cuenta con la baza a favor de que un acuerdo con Cissokho sería factible. Para el futbolista el VCF sería el destino perfecto, más aún que los intereses que ha recibido desde Italia, para continua en la élite. En cuanto a Monreal, el Valencia no ha pasado de tres millones en su propuesta, mientras lo que desea el Málaga es hacer caja con seis ´kilos´ tras vender a Cazorla y Rondón.

Por otro lado, como avanzó ayer Superdeporte, la dirección deportiva ya ha contactado con Rubin Kazan para hacerse con Nelson Valdez. El internacional paraguayo es el candidato número uno para completar la delantera junto a Soldado, Jonas y Alcácer. Valdez ha estado en la lista de Braulio en busca de un recambio para Aritz Aduriz desde el primer momento. Del sudamericano gusta su carácter combativo y similitudes con el vasco en referencia al rol secundario que pudiera adoptar. El exjugador de Hércules y Werder Bremen desea abandonar Rusia rumbo a Valencia, pero la negociación con los rusos, que pagaron cuatro millones por él, no es sencilla. Un club alemán y otro italiano también están interesado, aunque los de Mestalla cuentan con la carta de Chori, del agrado del Kazan, y que podría abaratar la operación.