Renovar o vender. Es el dilema que el Valencia CF tiene encima de la mesa con respecto al futuro de Adil Rami. El internacional francés es uno de los principales activos de la plantilla y, por tanto, una de las fuentes de ingresos más fiable para hacer caja y oxigenar su debilitada economía. La intención inicial del club era vender a Rami y Jonas Gonçalves este verano. Como otros años se hizo con Juan Mata o Jordi Alba. Ellos eran los elegidos. Sin embargo, la venta del francés ahora mismo ya no es tan innegociable. La Dirección Deportiva está peinando el mercado nacional e internacional, pero no encuentra a ningún jugador de su nivel a un precio que se ajuste al presupuesto de la entidad. La solución puede estar en ofrecerle al jugador una nueva oferta de renovación. El club ya lo ha hecho en tres ocasiones desde que el central llegó de Francia, sin embargo siempre ha tenido un 'no' por respuesta. Ahora podría plantearse de nuevo esta posibilidad teniendo en cuenta que el jugador está feliz en Valencia, que quiere jugar y sentirse importante en el campo por encima de todo y que solo aceptaría una salida para crecer económica y deportivamente si es a un grande de Europa.

Los planes iniciales del Valencia siempre fueron vender a Rami y Jonas este verano. Eran los dos nombres elegidos por el club para su hoja de ruta de ventas. Antes de que la temporada demostrara que solo cabe un portero en la planificación de la portería de la próxima temporada „el club ha elegido vender a Diego Alves„ y sin contar la ofertas que pueda ofrecer el mercado a lo largo de los próximas meses. El dilema de Rami surge a la hora de encontrar su recambio. El Valencia maneja una lista de posibles sustitutos del nivel de Rami que encajan en lo deportivo, pero que se alejan en lo deportivo. Es el caso del Raúl Albiol (Real Madrid), Dejan Lovren (Olympique Lyon), Dedé (Vasco da Gama) y Alderweireld (Ajax de Amsterdam). Sus costes de traspaso cercanos a los diez millones de euros y sus fichas, especialmente las de los tres primeros, se convierten casi en prohibitivas para el Valencia. Ese es el escenario en el que se mueve Braulio si quiere encontrar un sustituto de Rami de su altura. Ante esas dificultades, el club se plantea por primera vez la posibilibilidad de renovar a Rami.

¿Qué es lo que quiere el futbolista? Su prioridad es jugar y sentirse importante en un club de Champions como el Valencia. Antepone los minutos y los galones al dinero de otros clubes de nivel similar. El francés también está feliz en el equipo y en la ciudad. Como dijo ayer no le importa el dinero. «Estoy bien en Valencia. Para mí lo más importante es jugar y ser titular. El dinero no me importa en este momento de mi vida. Era mecánico y ahora vivo mi sueño. No voy a buscar dinero en este momento», dijo. Adil solo se marchará del Valencia si llega una oferta interesante de un club grande europeo. Su intención es esperar a ver las ofertas que depara el mercado. Si llega una de su agrado que cumpla sus requisitos se irá. Si no, no. Ahora prefiere centrarse en la competición. «Estoy muy bien aquí y me faltan dos años para acabar mi contrato. No sé si voy a renovar pero no tengo la cabeza en eso», reconocía ayer el francés en sala de prensa de Paterna.

El Valencia, por su parte, tiene claro que si no vende al jugador tendrá que renovarle. Al francés solo le restan dos años de contrato y su 'caché' podría bajar peligrosamente para el Valencia si no lo renueva. Por si fuera poco, su clausula de rescisión „actualmente de 15 millones de euros„ iría decreciendo con el paso del tiempo. El futuro de Adil está en el aire. El club también piensa que la irrupción de Mathieu no obligaría a fichar un cuarto central en el caso de que Rami se quedara en la plantilla. Pero ahora mismo, es una suposición. De momento, lo único claro es que el jugador ha rechazado las tres últimas ofertas de renovación del Valencia. ¿Habrá una cuarta? Las dos partes pueden estar condenadas a entenderse si el jugador decide quedarse finalmente. Rami seguiría siendo protagonista y el club mantendría el nivel en el centro de su defensa, y solo tendría que hacer un esfuerzo económico ´menor´ para ampliar su contrato y aumentar su clausula de rescisión. Este es el dilema Rami.