El ex jugador del Valencia Mario Kempes, que actualmente es embajador internacional del club, considera que la situación deportiva del equipo es "difícil, aunque también circunstancial", y ha añadido que cree en la plantilla y que está convencido de que la dinámica cambiará en breve. Así lo ha señalado en unas declaraciones realizadas desde Estados Unidos en las que analizó la marcha del equipo, que ha completado el primer tercio de la Liga situado en novena posición con diecisiete puntos, a siete de la cuarta plaza, que da derecho a disputar la Liga de Campeones.

Kempes añadió que es consciente de que la situación del equipo es "triste para una afición que desea mejores resultados", pero pidió confianza plena en los jugadores, "que seguro darán la vuelta muy pronto a este momento complicado de la temporada, en el que no acaban de encontrar la línea de juego y triunfos que esperaban".

El campeón y máximo goleador del Mundial de Argentina en 1978 también considera que no es "nadie" para dar consejos, pero que como valencianista se siente "comprometido y casi obligado a dar tranquilidad a la afición". "No me gusta ver perder al Valencia, sé que duele y que no es fácil asumir esta irregularidad, pero el fútbol tiene estas cosas y ahora más que nunca debemos estar con los nuestros", agregó el embajador del club.

Kempes insistió en que el Valencia todavía no está en una situación "crítica" y que, aunque sea difícil, el momento no es para ponerse "excesivamente nervioso".

Mario Kempes trabaja como comentarista de fútbol para la cadena ESPN, y también destacó las muchas sorpresas que se han dado en las jornadas que ya se han disputado en la Liga española. "Se trata de un campeonato loco e imprevisto. Cualquiera puede ganar a cualquiera, aunque hay tres equipos muy por encima de los demás", señaló en alusión al Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid.

"A partir de ahí, un día gana un equipo con facilidad y al siguiente, pierde de la misma forma. Por ese motivo, hay que tener un poco más de paciencia", señaló.

Como jugador, Kempes vivió en Mestalla situaciones como la actual y, por esa razón, se mostró esperanzado. "Cuando llegan rachas malas, uno remata cerca y el balón pega en el palo, no entra y el rechace va al contrario. Se falla lo que no se puede fallar y hasta la suerte parece irse", indicó.

Además, considera que la presión de jugar en Mestalla, donde el Valencia no ha ganado en los tres últimos partidos de Liga, ha afectado demasiado al rendimiento del equipo. "Me da la sensación de que se sienten más cómodos como visitantes. En casa, los jugadores se ponen pronto nerviosos y eso afecta a su fútbol", dijo, Kempes, quien agregó que "ni todo es negro, ni está todo tan mal".