José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, ha tenido un encuentro este martes con el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, en un acto de entrega de 26 viviendas sociales en Valencia.

Ambos han tenido la oportunidad, gracias al evento, de conversar sobre la actual situación del Valencia CF, ya que ambas entidades han tenido disidencias en los últimos meses. Diferencias procedentes de la sentencia del juzgado número 3 de Valencia que anulaba el aval del Instituto Valenciano de Finanzas a la Fundación Valencia CF, y que dejaba a la entidad bancaria sin garantías ni posibilidad de defender sus intereses.

Fabra y Goirigolzarri vuelven a reencontrarse días después de que El Tribunal Superior de Justicia Valenciana (TSJV) devolviera la validez del aval. Esto significa que la Generalitat vuelve a convertirse en avalista del club blanquinegre, y que estaría obligada a responsabilizarse de más de 80 millones de euros en caso de impago por parte de la Fundación, lo que la convierte en la principal interesada en conseguir un acuerdo y refinanciar esa deuda a largo plazo.

El presidente de Bankia siempre ha considerado que poseía el aval, incluso después de que un juzgado lo anulase. En la última visita a Valencia en el pasado mes de junio, ya lo indicó así. Por aquel momento no desechaba la idea de que Bankia pudiera terminar siendo propietario de las acciones del club, aunque no se tratase del objetivo inicial, sino cobrar la deuda tarde o temprano.

Y es que entre la Fundación y el Valencia CF, Bankia tiene comprometidos la friolera de casi 300 millones de euros.

Goirigolzarri, que tras el acto ha prestado declaraciones ante la nueva situación a la que se enfrenta, ha afirmado que "es importante encontrar soluciones lo más rápido posible y de formas estables".

"En el momento actual tenemos que trabajar juntos y todas las alternativas que están abiertas tenemos que analizarlas con profesionalidad, y en base de eso tomaremos decisiones", agregó.

"Cuando tomemos decisiones lo comunicaremos a todos", concluyó.

Además, cabe la posibilidad de que Bankia efectúe próximamente el aval de inmediato y obligue con ello a que la Generalitat se haga cargo de la deuda íntegramente. Se plantea por tanto un escenario muy negro para el Consell, que después de haber estado los últimos meses mirando a otro lado se encuentra ahora en una posición incómoda y complicada tras la decisión acatada por el Tribunal.