El futuro del Valencia CF se decide en Madrid, entre las oficinas de Bankia y las de la firma KPMG, que tiene el encargo de buscar inversores para comprar el paquete mayoritario de acciones que están todavía en poder de la Fundación. Justo enfrente del estadio Santiago Bernabéu, donde este martes se celebra una nueva reunión. O en los próximos días se produce un entendimiento entre la entidad bancaria y el gobierno valenciano para refinanciar la deuda de la Fundación y dar un margen de confianza a los actuales gestores del Valencia, o la idea que tiene Bankia es que la solución la ponga sobre la mesa KPMG por la vía de la venta.

Aurelio Martínez, presidente de la Fundación, está desaparecido desde la reunión del pasado viernes con Bankia y la Generalitat Valenciana. No tira la toalla y mantiene que existen posibilidades de que salga adelante su plan. Son pocas y están muy condicionadas por las limitaciones económicas de la propia la Fundación, cuya deuda asciende prácticamente a 90 millones de euros. Aurelio Martínez y Amadeo Salvo piden paciencia al banco con el compromiso de hacer frente a los pagos a partir del mes de junio y poner en marcha el nuevo estadio, que dará un giro a las posibilidades económicas de los próximos años. Se puede decir que para que así sea cada vez dependen más de una decisión política que económica, pero la suerte no está echada porque aquí todos tienen sus limitaciones.

Partida de póker

La venta del Valencia no está decidida. Para que eso llegue a pasar han de darse dos condiciones, primero que haya una decisión firme de vender y después tener un comprador que ofrezca todas las garantías. A día de hoy no se ha dado ninguna de las dos, pero las negociaciones de verdad se iniciaron el pasado viernes y continúan esta semana en Madrid. Quien tiene la potestad hoy para vender es el patronato de la Fundación, no Bankia, que sí podría ejecutar el aval y reclamar el pago de cantidades pendientes a la Generalitat.