Rufete y Miroslav Djukic, junto a todo el cuerpo técnico, mantuvieron una intensa reunión de trabajo en la Ciudad Deportiva de Paterna. Después de analizar en profundidad la primera semana de trabajo conjunto y los dos partidos, la conclusión es que ahora empieza a encontrarse un patrón con el que poder certificar una reacción en toda regla. Un despertar que, para ser real, debe basarse en la continuidad con tal de aspirar aún a reengancharse a la lucha por la cuarta plaza liguera, la que da derecho a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones.

El mismo día que Francisco Joaquín Pérez Rufete tomó posesión como mánager general deportivo, Amadeo Salvo le traspasaba todo el poder de decisión sobre la figura del entrenador. La frase de «Djukic acabará la temporada pase lo que pase», del presidente, quedó en el olvido y el técnico sujeto más que nunca hasta la fecha a los resultados. Swansea y Osasuna se presentaban como dos partidos a vida o muerte para el futuro de Djukic. Dos finales en las que, precisamente, el equipo se reencontró con la victoria y un estilo que ha cambiado las caras y el ambiente.

Djukic y su Valencia han superado la prueba inicial, pero aún queda un largo trecho. El objetivo inmediato es llegar a los duelos de Liga frente a Atlético y Real Madrid con la energía positiva que ha empezado a generarse en un amplio sector del vestuario. Para eso el mensaje que desde hoy recibirán los jugadores es el de mantener la tensión en dos envites sobre el papel de menor entidad como la ida copera frente al Nàstic de Tarragona y el cierre a la fase de grupos de la Euroliga ante el Kuban Krasnodar.

La semana pasada Rufete se presentó a técnicos y futbolista con dos premisas claras: el mánager general y su grupo de trabajo han aterrizado sobre el primer equipo con la misión de ayudar en todo lo necesario, pero con la petición de que el grupo recupere la unión, es decir, que «todos remen en la misma dirección». Una muestra de que el vestuario está en el intento es el rondo con el que comenzó el primer entrenamiento de la semana, lejos de la división de sesiones pasadas, y en el que todos estaban cogidos de las manos con el entrenador como un componente más.

Los resultados seguirán marcando el destino de Djukic como entrenador del Valencia, ley del fútbol, pero la sintonía del serbio con Rufete es buena como se demostró en esta cumbre técnica. El serbio sabe que el mánager general es un hombre de fútbol y considera respetados totalmente sus códigos y su autonomía como técnico. Después de dos horas de análisis, con vídeo incluido, el informe resultante es que el equipo ha ganado en seguridad y crea ocasiones de gol suficientes para ganar? Hay una senda abierta que seguir andando.