«¿Sabe cómo es el segundo apellido de Jackson Martínez», pregunta, a Amadeo Salvo, el periodista Vicente Bau en el programa ´Valencia Abierta´ de la 97.7. «Pues no», responde. «¡Jackson Martínez? Valencia! Es una señal». «¡No me digas! Ojalá puedan venir Jackson y Lukaku, pero hasta ahora sólo se han hablado temas generales (con Peter Lim). Ahora es cuando hay que particularizar en este mes y medio que queda. Si viniera uno de ellos, Jackson o Lukaku, con Paco Alcácer y Rodrigo tendríamos una de las mejores delanteras que hay en el mundo, eso es indudable», contesta el presidente.

«Una de las mejores delanteras del mundo». Es la ilusión del presidente del Valencia, el sueño de la mayoría de valencianistas y el objetivo con el que trabaja la secretaría técnica que comanda Rufete bajo el impulso inversor que se avecina. Para fortalecer al máximo el ataque blanquinegro son dos los nombres cobran ventaja: Jackson Martínez y Romelu Lukaku. Los dos son posibles gracias en gran medida al poderío económico de Peter Lim, el magnate de Singapur, que está a punto de cerrar los acuerdos con Bankia para asumir la deuda del club.

´Cha-Cha-Cha Martínez, como le conocen en Colombia, quiere cambiar de aires en busca de una liga más competitiva que la portuguesa en la que ha batido los registros de su compatriota Falcao. En sus pretensiones cuadra perfectamente la competición española y un equipo bajo el mecenazgo de un inversor ambicioso como lo es Lim. No ha manifestado en público sus deseos, pero lo cierto es que la voluntad de Jackson es salir del Oporto, con el que ha frenado las negociaciones para renovar su contrato que finaliza en junio de 2016. La cláusula es de 40 millones de euros. Sin embargo, Pinto da Costa va a estar obligado a negociar para saldar cuentas, el problema es que es duro en estas lides y aguardará a que finalice el Mundial.

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