La semana más importante de la historia reciente del Valencia Club de Fútbol ha llegado. El proceso de venta del club entra en su sprint final después de que no se haya registrado ningún movimiento oficial durante el fin de semana. Ni el sábado ni el domingo. Será a partir de hoy cuando se den los pasos definitivos para la venta definitiva. Peter Lim ha enviado ya el contrato y confía en recibir pronto las garantías jurídicas que Meriton Holding Limited ha solicitado a la Generalitat y a Bankia respecto al ´caso Newcoval´. El inversor necesita la tranquilidad legal del gobierno y el banco para ejecutar la compra sin cargas extra y desvincularse de cualquier litigio futuro en los juzgados. Este lunes esperaba que le garantizaban por escrito que el ATE que reclama Newcoval no tiene ninguna validez, y que Bankia no apoyará a través de Bankia Habitat, una acción legal contra el Valencia. Será solo a partir de entonces cuando el empresario ponga en marcha el procedimiento final.

El presidente de la Fundación, Aurelio Martínez, con el contrato en su poder, cuenta con PwC para que haga una valoración del mismo y se proceda a la convocatoria oficial del Patronato a lo largo de la semana, incluso se tiene la esperanza que pueda ser este martes mismo. El optimismo reinaba en la reunión informal que los patronos celebraron el pasado viernes en el restaurante Suecia 15. Sin embargo, lo cierto es que no se ha avanzado nada en los dos últimos días. Tampoco se ha retrocedido. De hecho, no se descarta que Amadeo Salvo haga un comunicado informativo para tranquilizar a los socios y despejar las dudas generadas por la incertidumbre del fin de semana. Es la hoja de ruta marcada en el proceso de venta. ¿Pero existe otro escenario? Si Peter Lim no ejecuta finalmente la compra no se descarta que el club entre en concurso de acreedores por los problemas de liquidez y la necesidad de pagar las fichas de los jugadores.

El tiempo corre en contra del Valencia en el proceso de venta y no ayuda a la planificación deportiva de la plantilla. El inicio de la pretemporada se echa encima, solo queda una semana para que el equipo arranque el próximo 7 de julio en la ciudad deportiva de Paterna y la prioridad pasa por el banquillo. El primer nombre de Peter Lim será Nuno Espírito Santo. El técnico del Río Ave de Portugal es el elegido para tomar el relevo de Juan Antonio Pizzi. El Lagarto, con el magnate de Singapur en el Valencia, no tiene opciones de seguir. La idea es presentar al técnico luso antes de que el equipo eche a rodar dentro de siete días, pero el proceso de venta bloquea los planes deportivos. Hasta que el inversor de Singapur no ejecute la compra no podrán llegar a Valencia los jugadores que tiene trabajados. Los dos jugadores que automáticamente se convertirán en valencianistas serán el delantero Rodrigo Moreno y el centrocampista André Gomes, ambos propiedad del empresario. Su verdadera obsesión es Jackson Martínez. Lim quiere llegar a Valencia con el delantero colombiano del Oporto bajo el brazo como regalo de bienvenida para la afición. Es su ´nueve´ preferido. Su centrocampista es el internacional argentino del Benfica Enzo Pérez y su portero es el también portero del Benfica Jan Oblak. Las negociaciones con los dos están muy avanzadas y a la espera del futuro de Lim.

El bloqueo provocado por Newcoval no ha permitido que se cierren las operaciones que dependen directamente de Lim, pero tampoco ha conseguido paralizar el trabajo de Rufete y su Secretaría Técnica. El club, con el visto bueno de Lim, sigue su camino porque ya no hay tiempo que perder. Por ejemplo, el Valencia está en la ´pole´ para llevarse a Thorgan Hazard, la joven perla de 21 años del Chelsea. Más avanzada todavía está el fichaje del canterano del Real Madrid, Dani Ramírez. El mediapunta blanco pasará la revisión y firmará con el Valencia la próxima semana. También hay un plan para reforzar el centro del campo después de la baja de Keita y la pérdida de Kouyaté. La primera opción es el argentino Esteban Cambiasso. La alternativa es el uruguayo Gargano. El Valencia tiene fichajes en la recámara, negociaciones abiertas y mucha ilusión, pero todo está a expensas de un contrato. Es la venta o la vida.