El Sánchez Pizjuán de Sevilla se convirtió en la temporada 2003/04 en una plaza especial para el Valencia. El conjunto entonces dirigido por Rafa Benítez conseguía entonces su última Liga en un partido para archivar en la historia que se cerró con una victoria por 0 goles a 2. Desde entonces, el Valencia ha jugado diez partidos de Liga en terreno sevillista en los que ha logrado tres empates y ha perdido en las siete ocasiones restantes. Ni un solo triunfo en la última década. El último precedente data de la pasada temporada, cuando el conjunto de Pizzi empató sin goles en el mes de febrero y estuvo marcado por la expulsión de Ricardo Costa.

El Valencia disputó toda la segunda mitad con un hombre menos sobre el terreno de juego. Esta trayectoria negra de visitas contrasta con la buena dinámica que acumuló la entidad de Mestalla desde 1992 a 2004, un periodo en el que jugó diez encuentros resueltos en siete victorias y tres empates.

El robo de la Europa League

La pasada temporada aconteció uno de los episodios más negros del Valencia en el Pizjuán. En el partido de ida de las semifinales de la Europa League, los errores arbitrales condenaron la buena actuación del conjunto de Pizzi, que se impuso la segunda ReAmuntada en la competición para alcanzar la final... Pero en el 93´ se cruzó M´Bia.