Faltan escasos minutos para las nueve de la mañana. Más de dos millares de ilusionados valencianistas se agolpan a las puertas de entrada a Mestalla. Un cuarto de hora más tarde todavía los más rezagados están aparcando con prisa sus vehículos en el párking de al lado del estadio. ¿Qué pasa? ¿Cuál es la razón de tanta locura desatada a primera hora de un miércoles soporífero de calor a finales de agosto? En la tarde del martes el Valencia había anunciado que el entrenamiento matinal del día siguiente sería a puertas abiertas en el escenario del partido.

La respuesta de la afición blanquinegra fue sensacional. Casi 4.000 personas llegaron a reunirse con el entrenamiento ya iniciado en lo que fue el punto álgido de asistencia. La grada central de Tribuna y Anfiteatro, con capacidad para alrededor de 7.000 espectadores, estaba ocupada en más del 50%. La decisión del club con el visto bueno del nuevo entrenador, Nuno Espírito Santo, permitió que casi cuatro millares de valencianistas disfrutaran en directo de un entrenamiento a la máxima intensidad a solo dos días del estreno liguero del equipo en casa. Mañana frente al Málaga a las diez de la noche.

Durante una hora y 20 minutos los aficionados gozaron de un acontecimiento único en el estadio de Mestalla, donde en los años anteriores siempre que el equipo se entrenaba en el coliseo de la Avenida de Suécia había sido a puerta cerrada. La juventud reinó entre la muchedumbre valencianistas. La mayoría jóvenes de nueve, diez, 14 ó 16 años, acompañados por sus padres o bien desplazados al campo en grupos de amigos.

En consecuencia, esta es la primera ocasión en la que Nuno permite a la hinchada acceder al estadio de Mestalla para presenciar una sesión de trabajo. Lo vivido ayer recuerda un precedente similar con el Valencia de Luis Aragonés, quien entrenó al conjunto blanquinegro entre 1995 y 1997. La experiencia deparó un entrenamiento con un ambiente pre-partido excepcional, en el que los seguidores cantaron al equipo, a jugadores muy queridos como Alcácer, Rodrigo, Parejo, Pereira o Diego Alves y los goles en los partidos modificados de hombres como Piatti o Rober.

Desde el Valencia se confía que lo vivido ayer en Mestalla sea la antesala de un recibimiento con más de 40.000 almas en la segunda jornada de Liga, en la que el conjunto de Nuno tratara de empezar en casa a sumar de tres en tres. Los jugadores se despidieron de la hinchada devolviendo los aplausos y lanzándoles las camisetas de entrenar.

El Valencia de Nuno sigue preparándose para el debut en Mestalla el viernes entrenándose ante 3500 personas en su estadio. La ilusión que hay generada por el equipo es tan grande que pese al calor que hace, la afición prefiere ver a su equipo entrenar que ir a la playa en pleno agosto. Las notas más llamativas del entrenamiento fue el retraso de Yoel que al entrar al césped fue recibido por aplausos por parte de sus compañeros y que directamente fue a hablar con Nuno. Parece que no fue nada serio.

El Valencia CF empezó el entrenamiento con estiramientos y ejercicios con balón, para posteriormente pasar a los rondos y a los partidillos. Rodrigo Moreno ha tenido que retirarse por molestias musculares. Al finalizar la sesión, los aficionados se deshicieron en cánticos hacia su equipo.