Nicolás Otamendi saborea su decisión de fichar por el Valencia. El argentino está feliz. Desde la pretemporada de Alemania empezó a intuir a un técnico que transmitía como Nuno, un grupo "lindo" que conectaba y un proyecto ambicioso, pero la realidad ha superado a sus mejores pronósticos casi dos meses después. El central está disfrutando de la complicidad con el entrenador, de las herramientas que el club pone a su servicio, del hambre del vestuario y la pasión de los aficionados. Se siente importante. Está involucrado y se frota las manos pensando que también lo está el resto de compañeros. Encontró buenos grupos en Vélez, Oporto y hasta el Atlético Mineiro, pero le sorprende gratamente lo que está viviendo cada día en la ciudad deportiva de Paterna. No se atreve a ponerle techo a este equipo, pero sí a decir que la suma de la unión, el hambre, las ganas de ganar y la competencia sana de los jugadores será sinónimo de muchas alegrías y felicidad. Su sonrisa y palabras le delatan.

El internacional argentino está feliz porque siente como sus compañeros están tan involucrados en el proyecto como él. No es casualidad que después de ganar al Málaga hiciera una fotografía de grupo en el vestuario. "Es fundamental en un grupo estar unidos. Somos un equipo muy joven, hay muchas ganas de ganar y creo que eso es muy importante. La unión en el grupo es lo que te lleva a la gloria. Debemos seguir así". Nico detecta hambre y competencia sana y ese es el camino. "Este es un grupo con mucha hambre, todos compiten por estar en el once inicial y esto te hace a vos crecer como jugador, no se pueden bajar los brazos porque es el técnico el que decide. Eso nos hace a cada uno competir día a día competir un poco más. El entrenador también ha llegado nuevo, hay muchos jugadores nuevos y es difícil para él también formar un equipo porque obviamente que uno compite por estar en el once inicial pero lamentablemente solo juegan once. La rivalidad entre nosotros es sana, donde uno quiere estar y ojalá que sigamos así porque eso le hace crecer también a uno como futbolista", afirma.

El mensaje de Nuno ha calado en el vestuario. También en Nico. Otamendi cree que el técnico tiene las ideas claras y le gusta que sea sincero y temperamental. Quería formar parte de un equipo que se dejara la vida en cada partido y lo ha encontrado. "Lo dice el míster. Cuando juguemos en casa hay que dar la vida y también saber sufrir cuando juegas fuera. Ojalá que las cosas sigan de esta manera y podamos mantener este funcionamiento a lo largo del campeonato. Cada equipo que juegue en Mestalla tiene que sufrir, eso es lo que nos transmite Nuno. Lo fundamental es seguir sumando victorias en casa y fuera ser capaces de sufrir para sacar más victorias". Nico está encantado con el vestuario y con el cuerpo técnico, pero también da mucha valor al otro pilar de este equipo: la afición. "La afición está muy ilusionada y nosotros estamos felices. La afición es un jugador más. Es importante para nosotros que los aficionados estén de nuestro lado y creo que nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo, tener un orden grupal, para que puedan seguir disfrutando. Está claro que tenemos cosas aún por mejorar pero estamos en el camino correcto", aseguraba Nico.

El central pensaba que la llegada de nuevos jugadores podía retrasar el crecimiento del equipo, pero no ha sido así. "Es cierto que han llegado jugadores en el último momento pero al ser jugadores de gran nivel eso facilita el rendimiento del equipo. La verdad que el comienzo es algo que hemos preparado y la verdad es que nos está saliendo todo bien». Tan bien que ya tiene ganas de que empiece el partido del Espanyol. Lo importante es seguir por el mismo buen camino de los dos primeros partidos. Lo fundamental es seguir así y no relajarse". Con Nico en el campo será difícil.