«Nuno ha enganchado a todo el vestuario». La proclama de Rodrigo Moreno después de la victoria ante el Espanyol confirma la química entre la plantilla y su entrenador. La misma energía recorre la grada. El técnico portugués se ha ganado a sus jugadores, pero también ha conquistado público de Mestalla. Habla de fútbol, lo explica en sala de prensa y luego lo pone en práctica en la Ciudad Deportiva de Paterna. Domina las dos parcelas y eso representa una novedad importante. Tiene las cosas claras y eso se refleja en la idea de juego que defiende su equipo. Los buenos resultados están apoyando sus planes y las cuentas salen. Después del empate en Sevilla, el cuerpo técnico se marcó como objetivo llegar a este punto con siete puntos y han cumplido. El equipo está asentándose sobre la base más sólida que existe en el fútbol: los buenos resultados.

Sobre la confianza de las victorias, Nuno está construyendo el entorno perfecto para que crezca su joven plantilla. Todo el mundo está enchufado. La ilusión brota como un arma punzante para los rivales. Ilusión, que no euforia. Nuno combate la efervescencia desmedida con exigencia, espíritu crítico y ganas de mejorar. Hay hambre en cada rincón del club y lo mejor es que hay materia prima para evolucionar a todos los niveles. Nuno y sus chicos están todavía lejos de su techo.

Todo eso tiene reflejo en muchos de las parcelas estadísticas de la Liga BBVA. Los siete puntos sumados en tres jornadas le han servido para colocarse segundo en la clasificación. Una posición que también regenta en la suma de los puntos estadísticos que contabiliza Opta Sports (computando variables en defensa, ataque y pase). Únicamente le supera el FC Barcelona 7.2 por 7.09), igual que sucede en la tabla de Primera División. El Valencia CF no es una máquina perfecta, pero sus números ilustran la tendencia positiva en la que se mueve el equipo. Posesión, duelos aéreos ganados, pases, precisión en la entrega€ En todas, el equipo de Nuno aparece destacado. La visión global es interesante, aunque también conviene interpretar los algoritmos de la manera adecuada.

El Valencia es un equipo que rueda con fluidez el balón, pero te mata cuando fuerza el error rival y contragolpea. Nuno quiere velocidad y verticalidad. Cuando encuentra espacios para correr hace daño, pero habrá que ver como se comporta cuando tenga que atacar en estático. Pretende ser intenso y robar arriba, aunque todavía le falta continuidad. Los errores en la salida de balón se han producido por falta de tensión o exceso de confianza; nada que no se pueda corregir en Paterna. Cuestión de atención. Los blanquinegros utilizan bien las bandas y apoyan buena parte de sus ataques por el pasillo izquierdo que recorren Piatti y Gayà. Aunque frente al Espanyol, Rodrigo fue el encargado de cambiar de ritmo desde la derecha. Tiene variantes y recursos.

Nuno hace mucho hincapié en cuidar las pérdidas de balón y la efectividad en ataque. En estos dos aspectos, el equipo tiene mucho margen de mejora por calidad y porque todavía están en fase de acoplamiento. Los números son notables. Los blanquinegros han sumado siete goles en tres partidos, tienen el mejor ataque de la Liga y tres futbolistas „Piatti, Paco Alcácer y Parejo„ entre lo máximos realizadores del campeonato, con dos tantos. Debería disparar más, pero cuando lo hace cruje, al portero rival. El equipo ha aumentado su punch. Tiene a Alcácer en estado de gracia y los hombres de segunda línea como Parejo y Piatti (en posiciones de segundo punta, aunque parte desde la izquierda) están sumando. Y todavía falta Negredo.

Para ser realmente competitivo, el Valencia necesita ser sólido en las dos áreas. Eso (parece) que lo tiene. El equilibrio de Fuego es esencial para comprender este apartado. Aunque la figura de portada es Otamendi, que ha arrancado en plan estelar. El argentino se ha convertido en el líder de las fuerzas aéreas de la primera división. Ante el Espanyol estuvo inmenso frenando los balones al área.