Por el momento el nerviosismo han llegado al vestuario del Valencia, donde la plantilla de jugadores está centrada plenamente en continuar en Getafe con el excelente arranque de temporada que ha tenido en las tres primeras jornada de la Liga BBVA. Un aislamiento del contexto social al que ha contribuido la naturalidad de Nuno Espírito Santo para continuar con los mismos patrones de trabajo diario que se venían desarrollando semanas atrás.

Desde el jueves, conforme fueron enterándose de la noticia del bloqueo en el proceso de venta, algún que otro futbolista ha preguntado lógicamente por la situación. Sin embargo, el entrenador portugués ha preferido mantener la normalidad en el trabajo de los últimos días y no dar, con una charla grupal motivada por las dudas sobre la venta, una importancia extra al asunto que al equipo no le conviene. Este método podría haber servido como tranquilizador, pero también tener un efecto negativo al descentrar al equipo del terreno deportivo en el que han demostrado estar muy metido. Es la razón por la cual el enésimo frenazo en las negociaciones entre Meriton y Bankia no ha trastocado a una plantilla ilusionada con poder luchar esta temporada con los mejores.

El técnico, buen amigo de Lim, sabe que el empresario asiático sigue interesado en la compra del club, por lo que no considera necesario alarmar al grupo. Cuando algún jugador le ha preguntado por lo que pasa le ha dado respuesta, aunque de inmediato ha seguido el diálogo con los jugadores por la línea de la exigencia deportiva con tal de ganar el próximo partido. El equipo está tranquilo, confiado en que todo saldrá bien y pensando sólo en el choque de Getafe.