Nada es inamovible. El rendimiento y el cansancio de los jugadores marcarán la pauta, pero la afición del Valencia empieza a recitar la alineación de carrerilla. Diego Alves, Barragán, Vezo, Otamendi, Gayà, Javi Fuego, Parejo, André Gomes, Rodrigo, Piatti y Paco Alcácer. Los once que comenzaron empatando en Sevilla, los mismos que vencieron hace una semana al Espanyol (3-1), repetirán mañana contra el Getafe en busca de mantenerse en lo alto de la clasificación. En apenas tres jornadas Nuno Espírito Santo ha dado con la tecla que no encontraron Pellegrino, Djukic o Pizzi en plantillas menos remodeladas que la actual.

En los últimos dos años sólo Valverde pudo construir un Valencia fiable a velocidad exprés. El equipo de Nuno ha obtenido resultados también de inmediato, factor que ayuda al portugués a apostar por una continuidad que premia el rendimiento con minutos. El lunes el entrenador habrá formado con el mismo once en tres de los cuatro primeros partidos de la Liga 14/15. Nada más cambió una pieza frente al Málaga, Feghouli por el lesionado Rodrigo. Lo prioritario para el técnico es que su escuadrón interiorice pronto los conceptos tácticos y los convierta en rutina.

Nuno reunió ayer en círculo al equipo que jugará en Getafe. Antes de repartir los petos y dar comienzo al partidillo a puerta cerrada habló unos instantes con ellos. Después paró el juego para corregir movimientos cuando lo consideró necesario. Hasta el jueves ante el Córdoba no llegará la hora de las rotaciones. Más o menos, a la misma altura en la que en campañas anteriores aparecía la competición europea. «En este partido no nos planteamos hacer rotaciones, pero tenemos pensado lo que haremos en los próximos dos. Ahora es importante mantener la confianza de los que juegan, que sigan creciendo juntos y el equipo sea mejor», confirmó el ex de Rio Ave.

Un claro ejemplo de la precisión y rapidez con la que el Valencia de Nuno ha comenzado a funcionar es el hecho de que sólo siete futbolistas lo han jugado todo: Alves, Barragán, Otamendi, Vezo, Gayà, Fuego y Parejo. El esqueleto defensivo no ha sido alterado. El míster ha echado mano de 17 jugadores, pero se queda en diez el número que sobrepasa los 200 minutos. Por ahora, únicamente la necesidad de reservar fuerzas para una larga temporada o el hambre de los que menos jugaron dan alguna razón al técnico para pensar en cambios.

Nuno pide descanso y control

Precisamente, desde el lunes la exigencia subirá con tres partidos en siete días. Por ello, Nuno ha pedido al grupo la máxima profesionalidad. «Esta semana hemos preparado ya los tres duelos, la respuesta de los jugadores que se enfrentaron al filial fue muy buena. Al jugar tres partidos en tan poco tiempo hay que descansar más y prestar atención a la nutrición. El Valencia es el único equipo que tendrá un día menos de recuperación. Los jugadores, además de en Paterna, deben cuidar todo eso en su vida privada, descansar y recuperar mejor».

La ausencia casi total de lesiones ha permitido al luso repetir once con más sencillez que sus predecesores. Sin embargo, lo que realmente provocó constantes cambios en los inicios con Pellegrino y Djukic fue el bajo rendimiento de cada jugador, unido a la presencia en el campo de un colectivo desdibujado y sin ideas claras. La etapa con Pizzi arrancó de un modo parecido al del año anterior con Valverde, pero los resultados acabaron siendo inferiores. Sólo con el Txingurri el Valencia mostró en los primeros meses de 2013 un carácter ganador como con el que ahora el grupo de Nuno ilusiona al valencianismo. La naturalidad define a los dos.