Casi ocho meses después Fernando Teixeira Vitienes volverá a dirigir un partido del Atlético de Madrid. El árbitro cántabro lo hará en Mestalla con la lección aprendida, consciente de que los errores en contra del conjunto de la capital pueden pagarse caros. El 8 de febrero Teixeira se equivocó en Almería contra los intereses del equipo de Simeone y, por ello, se pasó una semana en la nevera, enviado por Sánchez Arminio. El hecho de castigar a un árbitro no es una práctica tan habitual y, en la mayoría de las ocasiones, sólo ocurre cuando el perjudicado es uno de los clubes con mayor peso mediático. Es el caso en la actualidad del Atlético.

Para este visitador médico de 43 años no será sencillo el sábado a las cuatro de la tarde dejar en el olvido las críticas recibidas en su día desde Madrid por su actuación en los Juegos Mediterráneos y las consecuencias negativas que para él acarreó. Curiosamente, le ha tocado al Valencia vivir el primer partido de Teixeira con el Atlético después de todo aquello. El Almería ganó por dos goles a cero a un conjunto rojiblanco que empezaba a pelear por la Liga. Aranzubia había fallado en el primer tanto de los andaluces, pero el foco recayó sobre el árbitro.

Fernando, hermano menor de José Antonio, decretó un penalti inexistente para los locales del portero vasco a Jonathan Zongo, que conllevó la roja directa y el 2-0 final. Los atléticos reclamaron dos penas máximas y la expulsión de Barbosa por una dura entrada sobre Tiago que mantuvo al portugués dos meses alejado de los campos. El futbolista almeriense no vio ni amarilla. Teixeira la lió contra un grande y, como marcan los cánones no escritos en el fútbol español, lo pagó con la nevera. Pocos días después del partido el comité de Competición, además, dejó sin efecto la roja a Aranzubia.

Más de medio año después Fernando Teixeira Vitienes volverá a cruzarse en el trayecto del Atlético condicionado por el pasado y sus consecuencias. En total el trencilla ha dirigido en 29 ocasiones a los del Manzanares con un balance de 13 victorias, seis empates y diez derrotas. El menor de los Teixeira Vitienes, al igual que se hermano, se caracteriza por ser un colegiado riguroso y de ´gatillo fácil´ con las tarjetas. Sin embargo, antes del episodio de febrero en Almería lo del Atleti con él había sido un camino de rosas. Los colchoneros habían contado con la ventaja de acabar con superioridad numérica partidos de importancia frente a Valencia, Sevilla o Athletic.

Desde el día D en Almería el Atlético ni ha tenido que sufrir hasta ahora al colegiado cántabro ni apenas expulsiones durante 30 partidos oficiales „20 de Liga BBVA, uno de Copa, dos de Supercopa y siete de Champions„ entre el final de la pasada campaña y el comienzo de la actual. Sólo una, precisamente, la de Juanfran Torres en el precedente entre el Valencia y el conjunto del Cholo en Mestalla el pasado 27 de abril. Una cartulina roja tan evidente como lo fue la mala intención del lateral para frenar el contragolpe de Piatti, que buscaba poder empatar el duelo que acabó ganando el Atleti (0-1).

La dificultad que impera para que el Atlético „bloque que tiene en el juego subterráneo sus señas identificativas„ vea una roja es una muestra más de que los rojiblancos cuentan con la permisividad arbitral. En seis partidos el Valencia suma ya dos. ¿Quién se cree que en seis jornadas de Liga, por ejemplo, Godín solo sume cuatro faltas? Los de Simeone están entre los equipos menos castigados con faltas. Sólo sus acciones más clamorosas son penalizadas.