"Qué grande eres", le decía un aficionado cuando el técnico abandonaba el feudo valencianista tras derrotar al Atlético de Madrid. Le estaban esperando y antes de marcharse tuvo que dedicar unos minutos a firmar autógrafos, hacerse fotos y escuchar todo tipo de elogios. Hasta algún piropo. Primero se ganó en el día a día el respeto de sus futbolistas, lo hizo con trabajo y criterio en las decisiones. Ahora el técnico portugués conquista también a la afición. Gusta su discurso coherente, su forma de trabajar, su personalidad y sobre todo los valores que ha conseguido transmitir a los jugadores y que el equipo traslada a su vez a la grada. Nuno se marchó el sábado igual que llegó, ovacionado, después de que con solo siete jornadas de Liga disputadas en Mestalla se escuchara por primera vez corear su nombre, todo un dato.

El Valencia de Nuno engancha. La afición disfruta, tiene ganas de ir al fútbol y cuando se marcha del estadio solo piensa en volver para divertirse con su equipo. Es un reflejo de lo conseguido con los jugadores, que después del primer gol, buscan el segundo y tras cada encuentro solo esperan a que llegue el próximo entrenamiento para seguir trabajando. Es exigente, cercano y respetuoso. El sábado, con el 3-0 en el marcador y el equipo dando un pequeño baile al Atlético, el entrenador pidió a su público que dejara de acompañar con ´olés´ los pases de sus jugadores. Después lo explicó, dijo que hay que respetar al rival y evitar que los nuestros pierdan la tensión en lo que están haciendo. La victoria solo se celebra al final y él es el primero en saltar al césped para festejar el triunfo con los suyos, jugadores y afición. Es ya habitual verlo en el centro del campo aplaudiendo a los seguidores y abrazándose a sus jugadores, a los que felicita uno a uno por su trabajo. Todos son uno.

"Mestalla es el mejor jugador", son palabras de Nuno tras la espectacular victoria del Valencia ante el Atlético. La ilusión, las ganas y la fuerza que desprende la grada son el gran aliado para los valencianistas en casa y en esa química tiene gran parte de culpa el técnico. "Son el jugador número doce», ha comentado en alguna ocasión. Nunca duda en pedir el apoyo de la afición para que su equipo esté siempre muy arropado. Siempre destaca en sus ruedas de prensa la importancia de la unión entre el equipo y la afición. Es un plus para ganar partidos: «Hemos marcado el primer gol antes de empezar con el recibimiento al autobús". "Es increíble, sentimos que hemos tenido nuestro Mestalla", añadía el sábado.

El "líder" del Valencia

Es un entrenador próximo a los futbolistas pero a la vez muy exigente con ellos. "Es el líder, el que manda, el jefe de todo y tenemos que estar a muerte con él", explica Parejo sobre el papel importante que tiene el entrenador en el vestuario. "La palabra rendirse no está en el vocabulario de mi entrenador", aseguró Diego Alves después de que el equipo rescatara un punto en el último minuto frente al Sevilla, en el Sánchez Pizjuán. "Nuno tiene las ideas muy claras y eso para el futbolista es muy bueno. Llegamos a los partidos con muy buena preparación", explicó en su día Javi Fuego.

Todos sus referentes están a muerte con él. ¿Cómo es posible en tan poco tiempo? Su mensaje ha calado con rapidez en el vestuario por su sencillez, por el criterio y porque es consecuente con lo que trabaja día a día. Sus palabras sobre Rúben Vezo el sábado, después del partidazo de Mustafi y Otamendi, son muy bien acogidas en el vestuario, como lo fueron también las que pronunció en la Agrupación de Peñas sobre Barragán cuando cuestionaba un seguidor su presencia en el once.

Nuno apoya siempre a sus futbolistas, sus gestos son siempre de cercanía. Algo tan simple como dar la mano uno a uno a sus futbolistas genera confianza€ Ha conseguido tener a todos enchufados, que todos se sientan importantes para conseguir los objetivos, una dinámica que se traduce en buenos resultados y en la ilusión que existe entre la afición.

El luso no ha dudado en elogiar la grandeza del Valencia y la unión que hace falta entre equipo y afición para lograr grandes metas, en su día calificó de "sueño" poder entrenar a la entidad de Mestalla y siempre ha dejado muy claro que su único objetivo es hacer que los aficionados se sientan orgullosos de su equipo. "Sacar algo de Mestalla será casi imposible", confiesa Dani Parejo, que reitera la buena sintonía con la grada: "Hay una química especial con la afición y nos da mucha fuerza. Hay algo entre ellos y el equipo que hace que Mestalla sea un campo muy difícil para el rival".