Otamendi no ha salido a entrenar con el resto de sus compañeros. Tras las pruebas realizadas al central, sufre un esguince de grado 1/2 en el tobillo izquierdo. Tiempo de baja entre una y dos semanas pendiente de evolución. Mientras Otamendi se realizaba pruebas, sus compañeros han realizado una sesión regenerativa, y ya se centran en pasar página y empezar a preparar el encuentro del jueves ante el Rayo Vallecano, correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.

Fue prácticamente la nota más negativa del encuentro del domingo. En un lance del juego, Nicolás Otamendi fió todo su peso al tobillo, apoyó mal y se quedó tendido en el césped. Allí permaneció dolorido el argentino hasta que fue asistido por los servicios médicos. Mestalla se temía lo peor. ¿El tobillo, la rodilla? El jefe de la defensa podía desaparecer de los onces por un contratiempo. Se marchó a la banda haciendo muecas de dolor y apenas unos instantes después, como si nada hubiese pasado, volvió a ingresar en el terreno de juego para rematar un córner. No obstante, Nico es duro pero no de acero. Tiene afectado el tobillo.

Como se ha confirmado este lunes, el internacional argentino sufre un esguince en el tobillo. Una circunstancia que no le impidió seguir jugando a máxima intensidad hasta que el árbitro decretó el final del partido. Incluso en los últimos minutos de la contieda evitó con una entrada providencial un gol de Messi cuando ya parecía cantado el uno contra uno del barcelonista con el portero.

Otamendi, que es todo un ejemplo de garra dentro y fuera del vestuario, antepuso en un momento dado la resolución del encuentro a su estado físico. Durante el partido sintió relativo dolor porque se encontraba en caliente, pero una vez se quitó la bota la sensación de molestia en el tobillo comenzó a intensificarse.