"Rodrigo es un chico de oro". Luisão (gran capitán y voz autorizada en el Benfica) reconoce en el atacante del Valencia a un atleta con unas condiciones humanas y futbolísticas por encima de la media. El ´17´ blanquinegro dejó una profunda huella en La Luz. Justo ahora que su rendimiento se ha convertido en motivo de debate en Mestalla, Rodrigo regresó el lunes al escenario donde brilló como una estrella. El delantero volvió a Lisboa para la presentación del libro "Inolvidable", donde relata los momentos más importantes de la temporada 2013/14, en la que los benfiquistas conquistaron Liga, Copa y Copa de la Liga. Acompañado por un centenar de aficionados, Rodrigo recibió una buena inyección de cariño. En el Benfica fue determinante, un héroe a la altura de Garay, Luisão, Enzo Pérez o Nico Gaitán. MVP de la final de la Taça da Liga ante el Rio Ave de Nuno y titular indiscutible para Jorge Jesus, firmó su mejor curso con 18 goles (11 en Liga, con cinco asistencias) y llegó al Valencia como un delantero de potencial sin límites. Sin embargo, ese efecto ardoroso del comienzo se ha difuminado dejando paso a un jugador fuera de lugar, desorientado, falto de pegada y perjudicado por el momento de duda del equipo. Los errores cunden más que los aciertos, mientras la irregularidad engulle sus buenas intenciones. "El menino de ouro" ha perdido brillo.Las condiciones son indiscutibles, pero está nublado. La confianza de Nuno es evidente, pero se queda corta para salvar el problema: el ´9´ demoledor del Benfica se ha perdido en el proceso de transición a la banda y alguien tiene que reconducir su camino.

En ocasiones es bueno tomar perspectiva. En 14 jornadas, Rodrigo ha formado en banda derecha, banda izquierda y apenas tres partidos como delantero, la posición que reclama su naturaleza de ´killer´. Por velocidad, técnica y verticalidad, Nuno ha apostado por readaptar al atacante obligándole a emprender una transformación compleja. Su idea original era formar con dos puntas, armar el equipo a partir de un ´doble 8´, pero ese plan fue embuchado por el funcionamiento concluyente de Fuego, Parejo y André. Con Alcácer como dueño del único ´9´ (ahora Negredo), el entrenador santotomense ha tenido que acomodar a Rodrigo en un costado del ataque. La solución encajó bien al principio por los buenos resultados, aunque las sensaciones de fondo insistían en la verdad incómoda que ha cristalizado como producto de la ansiedad actual: Rodrigo aparece cada vez más lejos del área, está obligado a recorrer muchos metros para alcanzar zonas de remate y realiza una función contranatura que le resta frescura en la toma de decisiones. No es lo mismo romper por los costados como punta, que trabajar encorsetado cerca de la cal.

Vasos comunicantes

La semana pasada, el hispano-brasileño habló de su evolución en este inicio de competición. Justo después de realizar un partido notable frente al Barça, en la izquierda. Rodrigo admitió que sus mejores actuaciones han llegado desde la banda, aunque el cuerpo le pide actuar cerca de la zona de gol. Frente a Villarreal, Athletic y Levante (con la baja de Parejo) actuó como delantero en un 4-4-2, pero no estuvo fino. Esos tres partidos han oscurecido su figura. Tampoco le ayudó la baja producción creativa del colectivo. El atacante nunca se ha escondido, pero en sus declaraciones introdujo un matiz clave: "Mis mejores partidos han sido en banda, pero yo no juego solo. El equipo con el 4-3-3 está más cómodo y eso se ve reflejado en mi actuación y en la de mis compañeros". Independientemente del lugar en el que le ponga Nuno, Rodrigo va a dar lo mejor de sí para ayudar, otra cuestión es sí compite en un contexto propicio para alcanzar un punto de rendimiento máximo.

La situación particular exige una radiografía completa. Hasta la fecha, Rodrigo había jugado poco en la banda. El único precedente sólido data de su ciclo de aprendizaje con Owen Coyle en el Bolton. El técnico británico insistió en sacar partido de la velocidad y la capacidad de ruptura de Rodrigo partiendo desde la derecha. La determinación del zurdo para el uno contra uno no se discute, pero donde de verdad ha cuajado ha sido con Jorge Jesus, formando dupla junto a Lima (4-4-2), atacando espacios, barriendo el ataque en busca del gol o un pase determinante. Al Valencia llegó en punto magnífico. Nuno ha conseguido potenciar el rendimiento de la mayor parte de la plantilla; el ´17´ es uno de sus asuntos pendientes. En la banda o en punta, recuperar al Rodrigo diferencial es fundamental para el equipo.