Mestalla pasó con nota el examen a pesar de que las medidas adoptadas por el club se tradujeron en muchos minutos de silencio por parte de la Curva Nord, que no empezó a animar casi hasta el descanso del partido por discrepancias con los rsponsables del Valencia CF. Y a pesar también del cántabro José Antonio Teixeira Vitienes, que con sus decisiones en la fase final del choque provocó que gran parte del estadio se arrancara con el cántico «burro, burro».

Había motivos para la preocupación en el Valencia CF por las nuevas medidas de la Liga respecto al comportamiento de los aficionados, no porque Mestalla sea un escenario especialmente conflictivo, pero sí porque este partido estaba bajo vigilancia después de los gravísimos incidentes que tanto en Madrid -donde murió un ultra del Depor tras una batalla campal- y Barcelona -dos seguidores del PSG apuñalados- han generado indignación en las últimas semanas. También por la botella de agua que alguien lanzó a Messi en el Valencia-Barcelona. La decisión del club, además de extremar las medidas de seguridad, fue impedir que hubiera en la grada pancartas explícitas que hicieran referencia a grupos ultras, entre ellas una de las habituales en Mestalla: la de Ultras Yomus. La reacción de la grada de animación, anunciada antes del comienzo del partido, fue mantenerse en silencio durante toda la primera mitad. «Que nadie dude que si el equipo hubiera necesitado de nuestro apoyo hubiésemos interrumpido la protesta y animado con fuerza», publicaba al final del partido CN10 en su cuenta de Twitter.

Este silencio, que se rompió alrededor del minuto 40, fue incluso motivo de comentario por parte de Nuno en su comparecencia ante la prensa: «Lo más importante es el apoyo de la gente. Quería tener una palabra especial con la Curva Nord, se siente cuando ellos no empujan. El club entiende sus motivos, pero los apreciamos mucho», dijo. Antes hubo un punto de inflexión alrededor del minuto 7, cuando Mestalla comprobó que la Curva Nord no animaba hubo una reacción y el resto del estadio tomó la iniciativa, acompañando con el cántico «Curva, ¿dónde estás?». Poco a poco, y a medida que iban llegando los goles, miles de aficionados reclamaban a la Curva que volviera a animar con fuerza.

Contra la violencia

«El Valencia contra la violencia y los insultos en el fútbol. En Mestalla GlovalRespect». Es la leyenda que el Valencia CF puso en el videomarcador de Mestalla y en todos y cada uno de los paneles publicitarios, en la línea de las advertencias que horas antes había realizado el propio Amadeo Salvo respecto a las conductas impropias. Antes del inicio se leyó un manifiesto contra la violencia. Además, una gran pancarta se desplegó en el césped antes del partido: «Afición+Respeto: Vive el fútbol». La tarde/noche se saldó sin incidentes, siendo los momentos de mayor tensión los que se vivieron tras la rigurosa expulsión de André Gomes, muy protestada desde la grada. No ayudó el colegiado cántabro con sus errores a calmar los ánimos. Falta ver si las autoridades del fútbol entienden como insulto cánticos como «burro, burro» y «corrupción en la Federación», que entonaron al unísono miles de aficionados a medida que Teixeira Vitienes iba mostrando cartulinas sin medida y el equipo afrontaba los minutos finales con diez hombres.