El Valencia encara el nuevo año dentro la zona Champions después de 16 jornadas de Liga en las que ha competido contra cinco de los seis equipos que le acompañan en la parte noble de la clasificación. En 2015 la competición arrancará con siete clubes (Real Madrid, Barça, Atlético, Valencia, Villarreal, Sevilla y Málaga) separados, del líder al séptimo, por una horquilla de apenas nueve puntos. El siguiente en aparecer es el Celta, octavo a diez puntos de ese pelotón de cabeza, y con esa misma diferencia como ventaja con el colista, el Elche. A falta de tres jornadas para el final de la primera vuelta y con el partido frente al Madrid en el horizonte, los de Nuno Espírito Santo pueden presumir de haber competido como un gigante contra los mejores equipos de la Liga BBVA 2014/2015.

En el cara a cara con la clase alta los blanquinegros cuentan con un balance de tres victorias, un empate y una derrota, inmerecida y por la mínima, en la visita del Barcelona a Mestalla el 30 de noviembre.

Precisamente, los culés sumarían la misma cantidad de puntos en los enfrentamientos entre la élite de la Liga, aunque el Valencia contabiliza un par de goles más a su favor en los partidos grandes. Es en su feudo donde los de Nuno se han hecho muy fuertes y donde podrían dar un golpe de efecto si el 4 de enero se imponen a un Real Madrid que, como Sevilla y Málaga, contabiliza un partido menos en una hipotética liguilla entre los mejores. Pese a los buenos resultados frente a los rivales directos, los tropiezos ante algún que otro modesto y la renta lejos de casa hacen que el Valencia no esté en la cima de la clasificación real.

El bloque de Nuno comenzó con fuerza la competición doméstica, con un empate contra el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán en un partido que se puso cuesta arriba tras el gol de Aleix Vidal y la expulsión de De Paul. Pero el equipo se rehizo y tras una jugada ensayada, Orban empataba en un buen partido a domicilio en el que Piatti a punto estuvo de marcar de no ser porque su disparo salió repelido por ambos palos en el primer tiempo.

El inicio en casa

Tras el estreno, tocaba inaugurar Mestalla. El rival, el Málaga, que es séptimo en Liga empatado con el Sevilla (que tiene un partido menos). A diferencia del partido contra los de Emery, ante los blanquiazules el partido se puso rápidamente de cara. Una rigurosa roja a Darder inclinó el campo a favor de los locales, que acabaron golpeando con contundencia, 3-0, al rival que hoy es ya la revelación de la liga española.

Victoria ante el campeón

La siguiente etapa fue un gran gesta, otra vez en casa y contra el Atlético, que aún no había caído derrotado en Liga. Un Valencia bien posicionado se mostró efectivo en ataque, ayudado por un cabezazo en propia puerta de Miranda. Tras el 1-0, Gomes se marcó un eslalon en el que se marchó de tres jugadores para poner el 2-0 en tan solo ocho minutos. Cinco más tarde, Piatti sacaba un córner y Otamendi, escondido detrás de Mustafi, mete con la testa el 3-0 en unos 13 minutos que hicieron vibrar a Mestalla, que vio como pese al gol de Mandzukic, su equipo sacaba tres puntos ante el vigente campeón de la Liga. Al Atleti de Simeone nunca le había pasado algo así, un verdadero torbellino.

Visita al Madrigal

El listado de grandes víctimas lo completó el Villarreal en un partido trabajado desde la solidez defensiva. En el minuto seis un centro de Feghouli lo metió en su propia puerta Trigueros. Con el 1-0 a favor, el Submarino dio un paso al frente y arrinconó a los de Nuno, pero fue el Valencia, con dos goles estratégicos de Mustafi, el que solventaba un partido que dejaba a los de Mestalla segundos. De nada serviría la redención de Trigueros, que marcaba el 1-3 definitivo.

El dolor contra el Barça

La dosis de fortuna ante el Submarino se transformó en desdicha en la visita del Barcelona. El Valencia no paró de crear peligro en la portería de un inspirado Bravo, que desbarató todas las ocasiones. Aunque Alves tampoco se quedó corto, repeliendo un disparo de Luis Suárez dentro del área. André Gomes, Rodrigo, Feghouli y Negredo también tuvieron en sus botas el 1-0, pero el tiro del primero se estampó en el lateral de la portería justo antes del descanso; el del segundo lo sacó Piqué bajo palos y los otros dos los desbarató, otra vez, Bravo. Finalmente, cuando el Valencia acariciaba el empate, un córner con el tiempo cumplido acabó con un remate a bocajarro de Busquets, que fusiló a placer la portería de Alves.

Los tropiezos

Pero el lastre del equipo no fue esa derrota contra los de Luis Enrique, sino los traspiés ante equipos humildes que vagaban por lo más bajo de la tabla. El primero, en Anoeta. El Valencia sufrió para llevarse un punto ante una Real que era décimo cuarta con una victoria y un empate. Dos jornadas más tarde llegó la ´empanada´ gallega de Riazor, con un 3-0 ante el colista. Y, finalmente, la peor racha del curso, con cuatro puntos de doce. Comenzaba con un empate sin goles en Mestalla ante el Athletic, seguía con una derrota en el Ciutat por 2-1 (ante un Levante que era segundo por la cola) y finalizó, tras el 0-1 del Barça, con el empate en Granada (1-1) frente a los décimo-sextos. Sin embargo, este Valencia ha vuelto a coger fuerza y quiere demostrar su grandeza delante de su gente y frente al líder.