La posible llegada de Enzo Pérez en el mercado de invierno trastoca la distribución inicial de roles y de minutos de cara al segundo tramo de temporada. Nuno espera con ganas el fichaje internacional argentino con la intención de alinearlo como titular frente al Madrid el próximo día 4 de enero. Pero más allá de la ascendencia de su figura dentro del nuevo Valencia, su llegada choca frontalmente con la planificación. A principio de temporada, cuando se sentaron las bases del equipo, se tomó la decisión de tener cinco centrocampistas en la plantilla, exactamente la cifra actual. Por lo que su llegada obligaría a hacer un reajuste del plantel, algo a lo que se añade además el asunto del fair play financiero. Para Bruno Zuculini y Filipe Augusto, la puerta de salida está abierta en invierno.

Cada uno de los dos casos tiene sus particularidades. En lo tocante al argentino, cedido por el Manchester City hasta final de temporada, puede ser repescado gracias a una cláusula de escape estipulada en su contrato de cesión. Sin embargo, pese a que únicamente ha participado de un partido en toda la temporada, al Valencia no ha llegado ninguna comunicación por parte del City para sacar al futbolista y su representante está esperando a recibir alguna propuesta concreta que pudiera interesarle. En cualquier caso lo que le ha transmitido antes de marcharse de vacaciones Zuculini a los dirigentes de la parcela deportiva es que pese a que su protagonismo ha sido residual hasta la fecha, para tener que salir a otro club cuatro meses con tal de ganarse una oportunidad, prefiere quedarse en el Valencia y pelear sus opciones de convencer. En el club manejan informes positivos de él y su continuidad no está ni mucho menos descartada.

No convence

Respecto a la figura de Filipe Augusto, el brasileño no ha acabado de destaparse en ninguna demarcación del centro del campo a pesar de que ha gozado de la confianza (a ratos, eso sí) de Nuno Espírito Santo, su principal valedor, que frenó su fichaje al Braga cuando ya lo tenía casi hecho el pasado verano. Fue el primer movimiento de Nuno pensando en el Valencia y ha tenido un rol de mayor visibilidad que su compañero argentino, pero no ha logrado convencer. Ni se ha asentado como uno de los jugadores dentro de la rotación, ni ha exteriorizado sus cualidades. Nadie duda de su proyección, pero Filipe transmite inseguridad y da la sensación de que lo ideal para él sería acumular minutos en un equipo de menor entidad y con menos urgencias deportivas que el Valencia para poder crecer como futbolista.