"Si quedamos eliminados me hubiera pasado cinco noches sin dormir". Para Lucas no era un partido más. Era su competición y, sobre todo, la oportunidad de demostrar a Nuno que puede ayudar desde el banquillo y desde el once titular. El argentino se jugaba mucho. Sin algunos de los líderes sobre el campo como Alves, Otamendi o Javi Fuego, el lateral dio un paso adelante y tiró del equipo con su personalidad para remontar un resultado imposible.

Siempre creyó y, lo más importante, hizo creer al equipo con «orgullo» y "amor propio". "¡Vamos que le podemos dar la vuelta!". "¡Vale, que los dos goles los vamos a meter!", gritaba en el vestuario. "Machacó" a sus compañeros de ánimos en el descanso y la segunda mitad, corrió a por el balón en los goles, volvió locos a los recogepelotas para no perder ni un segundo y fue tanta la energía que desprendió que apenas pudo conciliar el sueño en el descanso. Para Lucas no hay piedras en el camino por grandes que puedan ser. Como dice él mismo, "mi leitmotiv es no claudicar ante nada ni ante nadie".

Lucas nunca se creyó aquello de que la vuelta de Copa era una trámite. Para él no existe esa palabra en el mundo del fútbol. "Los trámites para los bancos, la palabra trámite es para la vida real, no para el fútbol. Todos los equipos juegan, los partidos no se resuelven hasta que pita el árbitro. Antes puede pasar de todo. Eso es lo lindo que tiene el fútbol también". No tan lindo fue para el Valencia. ¿Por qué se sufrió tanto? Orban tiene las respuestas. "Fue un partido poco común, porque la realidad es que no fue el partido que habíamos planteado. La premisa era ir a ganar el partido y empezamos bien, pero hicimos un muy mal primer tiempo en el que tuvimos millones de defectos. No teníamos la pelota, no superábamos la presión, nos ganaban todos los rebotes... Nos metimos atrás, no tuvimos salida clara de balón, perdimos los duelos...". Así se llegó al 1-3 del descanso. Lucas recuerda el enfado que había en el vestuario y lo importante que fue ese paréntesis de quince minutos en el que habló Nuno y alzaron la voz algunos jugadores como Orban. "Yo siempre tuve la confianza en el equipo y en el plantel. Sabía que le podíamos dar la vuelta, entramos al vestuario con mucha bronca porque la forma de perder nos había tocado el orgullo y el amor propio. Creo que fueron unos quince minutos buenos para dar vuelta a la página y salir convencido de que nos podíamos llevar el partido. Salimos con el espíritu de poder hacerlo. "El técnico habló, llevó la batuta, él ha creado esta unión en el vestuario entre todos nosotros y sus palabras fueron importantísimas para nosotros, él nos dio la línea para creer en nosotros y cada uno sacó su orgullo propio para decirse a sí mismo ´Vamos que le podemos dar la vuelta´. Dijimos ´Vale, que los dos goles los vamos a meter´. Yo siempre tuve la confianza en el equipo y en el plantel. Sabía que le podíamos dar la vuelta, entramos al vestuario con mucha bronca porque la forma de perder nos había tocado el orgullo y el amor propio. Creo que fueron quince minutos buenos para dar vuelta a la página y salir convencido de que nos podíamos llevar el partido. Salimos con el espíritu de poder hacerlo". Y así fue. El Valencia reaccionó gracias a actitudes como la de Lucas. "Yo siempre confíe en el grupo y mis compañeros. Sabía que esto lo podíamos revertir. Yo cuando entró la pelota al arco, lo primero que me salió fue ir a por la pelota para ponerla en medio y buscar el otro gol. Creo que por ahí ese es un leitmotiv que yo tengo personal. Siempre fui de machacar en el campo y no claudicar ante nada ni nadie".

Hasta los recogepelotas sufrieron sus prisas. "Volví loco a los recogepelotas, les pedía desesperadamente el balón porque no quería perder ni un segundo". Al final, la recompensa fue la mejor. "Nos fuimos contentos, pocos equipos pueden remontar como nosotros, pero sabemos que no nos podemos conformar porque hay muchas cosas por corregir. Somos conscientes que el primer tiempo no salió del todo bien". Y la prueba es que no pudo conciliar el sueño por la noche. "No he podido dormir dándole vueltas a la cabeza. Si no pasamos me paso cinco días sin dormir". Con Lucas en la plantilla, el Valencia puede dormir tranquilo.