No han pasado ni dos meses desde que Peter Lim se sentó por primera vez en el palco de Mestalla pero el ambicioso plan del Valencia CF para regresar a la Champions League va poco a poco tomando forma con una columna vertebral cada vez más reconocible. En cuestión de días se podría concretar la llegada de la última guinda para el equipo que dirige Nuno Espírito Santo, el argentino Enzo Pérez, una muestra más de que el empresario y nuevo propietario del club no iba de farol con el compromiso de fichar grandes futbolistas y capitalizar deportivamente el equipo. Lim representa esta Navidad al particular Papá Noel de los ojos rasgados que viene con el objetivo de devolver al club el brillo de la Champions League.

Enzo Pérez puede convertirse en el cuarto fichaje que Peter Lim regala a los aficionados y el primero desde que es máximo accionista de la sociedad. Estamos ante un traspaso muy complejo por el que el Valencia podría pagar al Benfica alrededor de 25 millones de euros a cambio del pase, las negociaciones están en marcha aunque el mercado de fichajes se abre el próximo día 2 de enero. El internacional argentino, subcampeón en el último Mundial de Brasil, llegaría a un equipo que está dotado ya de una base de jugadores de alto nivel para competir en Europa, fruto de las aportaciones de Meriton Capital, fondo de inversión de Peter Lim, pero también del gran trabajo realizado por la secretaría técnica que dirigen Rufete y Ayala.

Manchester City

No es este un proyecto para ser el mejor equipo de Europa de la noche a la mañana, sino que irá creciendo de manera progresiva. Hay un modelo a seguir que no es ya el del Borussia Dortmund, del que tanto hablaron Salvo y Aurelio Martínez antes de que Bankia pusiera en venta sus créditos, sino más el del Manchester City, un club que desde la entrada de capital árabe ha ido creciendo a la vez que ampliando su capacidad competitiva en base a unos criterios muy claros: una inversión inicial para dar el salto de calidad, fichajes estratégicos y apuesta por jóvenes valores y por una potente academia de formación. En esas está el Valencia. Este primer año los fichajes ya han dado un salto cualitativo importante y el objetivo, con todos los problemas derivados del largo proceso de venta, es invertir lo suficiente para asegurar a final de temporada la Liga de Campeones.

Por eso, con el equipo rondando la cuarta posición pero sin acabar de consolidarse en ventaja respecto a los rivales más directos, después de los primeros cuatro meses de competición, existe la necesidad de reforzar la plantilla en el mercado invernal. La Champions más que ilusión es necesidad y por tanto una prioridad, en eso no está permitido fallar.

No obstante, la base del equipo con el que el Valencia CF volverá a Europa empieza a estar clara con todos los movimientos que se han producido en los últimos meses. El primer compromiso de Peter Lim fue traer a Rodrigo y André Gomes en el mes de julio. Meriton, de hecho, firmó a los dos futbolistas del Benfica en enero, cuando el empresario de Singapur todavía albergaba esperanzas de aterrizar en el Valencia a tiempo para reforzar el equipo que entonces entrenaba Juan Antonio Pizzi. La historia posterior ya es bien conocida, pasó enero, los jugadores se quedaron en Portugal, el proceso de alargó más y más hasta que tuvo que articular una cesión para poder adelantar su incorporación en verano. Lo hizo además en un momento especialmente delicado de las negociaciones con Bankia, cuando la operación de compraventa corría serio peligro de romperse, lo que dejó bien clara la determinación del inversor. A ellos habría que sumar al entrenador, apuesta incontestable que en un principio cogió a pierna cambiada a Salvo y Rufete, después de haber apostado clara y públicamente por la continuidad del proyecto con Juan Antonio Pizzi.

Antes incluso de que el Patronato ratificara a finales de julio la oferta de Meriton, el paso siguiente fue asegurar por muchos años la presencia del actual portero de la selección de Brasil. Diego Alves firmó hasta 2019 para ser el guardián de un nuevo Valencia ideado para recuperar la solidez defensiva perdida en los últimos años, señas de identidad que imprimieron Rufete y Ayala desde que accedieron a la máxima responsabilidad en la primera plantilla. Quizá por ello la primera piedra en realidad de este proyecto fue el fichaje de Nicolás Otamendi, central del Oporto, que Amadeo Salvo cerró con el Oporto durante la primera semana de febrero. El argentino es el líder elegido directamente por Fabián Ayala para ser el líder de la defensa. En esa misma línea los técnicos eligieron después a Mustafi y Lucas Orban para completar una defensa aguerrida y lo hicieron prácticamente a coste cero, el coste de todas esas operaciones estuvo compensado con creces con las ventas de Mathieu al Barcelona y Juan Bernat al Bayern.

Después de Enzo

El proyecto más allá de Enzo Pérez y de que seguramente en el próximo mes habrá más de una salida queda abierto a alguna incorporación más en este mercado invernal, aunque el objetivo no es fácil si ello conlleva un aumento en el coste de plantilla. Otra cosa es que una cosa, las bajas, compensen las incorporaciones. También a expensas de cerrar la renovación de algunos de los hombres clave para el futuro, con prioridad máxima para Paco Alcácer. El objetivo del Valencia pasa por anunciar el acuerdo con el delantero de Torrent en cuestión de días, si es posible antes incluso de final de año, para centrarse a partir de enero con las de José Luis Gayà y Dani Parejo.

Equipo Champions

Alves, Otamendi, Mustafi, Orban, Gayà, Javi Fuego, Parejo, André Gomes, Enzo Pérez, De Paul, Rodrigo, Negredo, Alcácer, Feghouli, un renacido Piatti... El armazón del equipo para volver con las máximas garantías a la Champions League está construído a falta de rematar con los próximos objetivos: un lateral derecho de máximo nivel que competiróa con Barragán o Cancelo y un centrocampista defensivo, un ´6´ que asegure esa posición en la que sólo tiene Nuno a Javi Fuego, aunque podría ubicar ahí a Enzo. ¿Algo más? Algún futbolista más de banda completaría la lista de las cuentas pendientes en las que ya trabaja la secretaría técnica ahora con el respaldo financiero del nuevo propietario, ya se si se presenta la ocasión en el mercado invernal o con la mirada en la próxima temporada.

Para Lim, y así lo han transmitido tanto él mismo como Lay Hoon, ahora mismo la mayor preocupación no es poner el dinero para mejorar la plantilla, sino salvar el fair play financiero que limita la cuantía de las operaciones al menos hasta que termine la temporada en curso. Después, el listón del coste de la plantilla se podrá elevar en función de los ingresos previstos sobre todo si el equipo está en la Liga de Campeones pero también de nuevos ingresos que pueda captar el Valencia CF dentro del nuevo plan de negocio de Meriton Holdings.