José Luis Gayà se reencontrará en el hotel de concentración con uno de los técnicos que ha marcado su carrera deportiva en el Valencia CF. Se trata de Sergio Pellicer. El ahora entrenador de las categorías inferiores del Málaga dirigía el Juvenil A del Valencia de la temporada 2012/13 que se proclamó campeón de Liga. Allí estaban Fede Cartabia, Rober, Salva Ruiz, Leuko y allí ya destacaba el más pequeño de todos: José Luis Gayà.

«Cuando empecé de entrenador en el Juvenil A del Valencia, Gayà estaba lesionado. Tenía una fractura en un pie y, desde el primer día lo tuve entrenando al margen. Carlos Arroyo, mi segundo, solo hacía que decirme: ‘Verás cuando se incorpore con nosotros este chaval. Es de primer año, pero verás, verás», recordaba Pellicer, ahora técnico del San Felix, filial del Málaga. Sergio le miraba entrenar, correr, pero no acababa de creerse que fuera tan bueno. «Al final llegó el día en que Gayà se recuperó de la lesión y entrenó con nosotros. Le hice jugar el partidillo y cuando acabó le dije a Carlos: ‘¿Y este lleva tanto tiempo parado? Los lesionados parecen el resto de jugadores’.

Pellicer recuerda su fútbol... y su personalidad. «Siempre fue un niño mayor. Tenía la cabeza bien amueblada, era el más pequeño y un ejemplo de profesionalidad a seguir». En aquel equipo también brillaba Fede. «Era talento puro, pero un carácter complicado. Recuerdo un día que le cambié y le pegó una patada a una botella. Yo luego en el vestuario, le dije que eso no se podía hacer... y él se reía con sonrisa pícara. Ese desparpajo lo sigue teniendo. Los dos, Gayà también, cada uno a su manera, por eso son jugadores de Primera. Como Rober o Salva. Al año siguiente tuve a Tropi. No me extraña que haya subido. Carlos acaba jugando con todos los técnicos».