Hay detalles que esconden una gran verdad detrás y gestos que explican de manera sencilla toda una forma de entender la vida. Lo que en su momento fue un pequeño mensaje encriptado para su hermano al que nunca le había dedicado un gol, se ha convertido en la seña de identidad de un equipo y su afición, y lo que es mejor, la mejor manera que ha tenido la gente de demostrarle a Nico Otamendi Nico Otamendicuánto lo quiere. Es el ídolo de los valencianistas y tantas muestras de cariño continuadas, lo crean o no, ha terminado llegando al corazón del futbolista. Por partes, estos son los planes de Nico Otamendi.

Puede parecer exagerado, pero lo cierto es que los últimos meses han terminado por convencer al cotizadísimo defensa argentino de que Valencia es el sitio donde quiere vivir con su familia. Evidentemente, una cosa es lo profesional y otra lo familiar, pero no deja de ser sustancial el hecho de que Otamendi y los suyos se sientan cómodos y felices en la ciudad. Tampoco es nada exagerado poner en valor el cariño de la gente, su gesto espontáneo tras marcar el 0-4 al Elche se ha convertido para los valencianistas en la manera de gritar "AMUNT!" sin pronunciar palabra. A día de hoy, nada emociona más al aficionado que el defensa argentino corriendo poderoso con la mano en la frente después de haber marcado un gol. Sin ir más lejos, el gol que evitó la derrota ante el Celta de Vigo en un partido que estaba atascado, fue de Nico y tuvo su correspondiente celebración. Ahora, los aficionados, cuando se hacen fotos con Otamendi, le imitan, y eso le gusta. ¡A quién no!

Nico tiene también el cariño del club. Sabe que el Valencia apostó fuerte por él cuando no pasaba por un buen momento en el Oporto, y en este sentido, las figuras de Ayala y Rufete son fundamentales. Se siente valorado por el club y lo que es mejor, se siente valorado por el cuerpo técnico y los compañeros. No deberían caer en saco roto unas palabras que dijo la semana pasada con motivo de su convocatoria para la Copa América con la selección argentina: "Yo trato de tener tranquilidad y los pies sobre la tierra. Tengo que seguir manteniendo el nivel. La regularidad de partidos le ayuda a uno a crecer. Me siento muy bien en el equipo y eso me hace poder dar un rendimiento muy regular". Dicho de otra manera, Otamendi es perfectamente consciente que el perfecto ´ecosistema´ que ha encontrado en Valencia y en el Valencia, le han llevado a la selección, y sabe que si "tiene los pies en el suelo y regularidad de partidos" será titular con la albiceleste.

La cotización y el cariño

Obviamente, estamos ante un jugador muy cotizado por el que el Valencia ya rechazó el pasado invierno 35 millones de euros y no todo es ´cariño´. Hay una cuestión económica por solucionar. Pero en esto Nico también está demostrando ser diferente. De entrada sabe que el Valencia va a hacer un esfuerzo por retenerlo y mejorarle el contrato teniendo en cuenta que en estos momentos todos los equipos de Europa llaman a su puerta, esa es una realidad que no se puede obviar y el club lo sabe, pero la respuesta de Otamendi ha sido clara; quiere sentarse a negociar con el Valencia para quedarse. Así de claro. Su intención es negociar con el Valencia para seguir. Si después hay acuerdo o no lo hay, es jugar a adivinar el futuro. Es el mismo mensaje que, sin ir más lejos, el Manager General Deportivo decía la semana pasada «Nico no nos ha dicho que quiera marcharse». De hecho, como ya publicara este periódico semanas atrás, Otamendi no va a presionar al Valencia para salir, y sus agentes ya dicen a los clubes que lo quieren fichar, que lo primero es pagar los 50 millones de euros que vale su salida, sin eso no hay acuerdo posible con el jugador porque él no quiere, de alguna manera, ´chantajear´ al Valencia para que le venda por ejemplo, por 40 millones de euros.

Dicho esto, hay que ser conscientes de que 50 millones de euros son mucho dinero pero equipos como al Manchester United pueden pagarlos. Es la realidad del fútbol inglés. Pues bien, llegado ese punto, si el club acepta, si el Valencia acepta venderlo por 50 millones de euros, Otamendi acepta marcharse al Manchester. El resumen de la situación en estos momentos, es el siguiente; un jugador cotizadísimo y pretendido por equipos poderosos dispuestos a pagar mucho dinero, pero un jugador que quiere seguir en el Valencia y que así se lo ha dicho a su gente, no es un brindis al sol de cara a la galería.

La Champions y el fair play

Ahora falta primero que el equipo logre este sábado clasificarse para la Liga de Campeones -pensar en retener a Otamendi si el Valencia no está en Champions parece casi ciencia ficción- y lo segundo y más difícil; la negociación en sí misma.

En este sentido, también hay buenas noticias para el Valencia porque la UEFA parece dispuesta a flexibilizar el control financiero, y esto ayudaría a las posibilidades de retener a Otamendi porque permitiría aumentar el gasto en plantilla. «Creo que las cosas van a flexibilizarse». Son las palabras del presidente de la UEFA Michel Platini, quien admite en unas declaraciones a la cadena francesa RTL que la UEFA va a abrir la mano con las rígidas normas del control financiero que ponían en riesgo la viabilidad de muchos proyectos en el fútbol europeo, entre otros el PSG, Manchester City, Mónaco o Inter de Milán, multados por incumplir el objetivo de déficit cero.

La nueva normativa que prepara la UEFA tratará de paliar el efecto producido por las medidas del fair play financiero, que en definitiva acaban beneficiando a los cuatro grandes clubes europeos -Barcelona, Real Madrid, Bayern y Mancuester United- que son los que más ingresos generan. Platini, ante el rechazo de muchos clubes entre los que se encuentra el Valencia CF, estudia suavizar el control y permitir que los clubes incurran en pérdidas en el caso de que sean por amortización de fichajes, siempre estableciendo unos límites, con el aval de un plan de negocio que garantice ingresos futuros suficientes y con el compromiso de que en cualquier caso en última instancia serán asumidas por el propietario del club.