"Hoy soy presidente del Valencia, pero llegará un día en el que volveré a ser Amadeo Salvo, un valencianista como todos vosotros. La afición de cada club es lo más grande que se tiene, el alma del fútbol. Por eso los aficionados deben tener siempre el máximo respeto de la gente que trabaja en el club". Son palabras de Amadeo Salvo y suenan a despedida.

Evidentemente, cuando llegó a la presidencia del club nadie dijo que sería para siempre, y de hecho, cuando Peter Lim se hizo definitivamente con la mayoría accionarial del Valencia y decidió que Salvo fuera el presidente ejectivo del club, el propio Salvo dijo que había firmado un año de contrato que termina en diciembre de este año.