Amadeo Salvo, Francisco J. Rufete, Fabián Ayala, Manuel Peris y Luis Vicente Douwens se citaron en la ciudad deportiva la tarde del pasado 12 de junio, después de que el fichaje de Rodrigo Caio les sorprendiera a todos en sus cosas. A lo largo de la semana se han escuchado otras razones y excusas, algunas han tenido realmente peso en la decisión, pero fue el fichaje del brasileño y la forma en que se anunció el motivo que desató la crisis definitiva, la que menos de dos semanas después acabó con el presidente ejecutivo y el manager general deportivo fuera del club. ‘Fichaje y crisis’, titulaba al día siguiente SUPER, y la prueba es que todos los que asistieron a aquella cita de urgencia en Paterna —y algunos más que se sumaron después—están ya fuera del Valencia CF.

Se puede decir que esa noche todos ellos tomaron la decisión de marcharse a no ser que se produjera un giro inesperado en los acontecimientos. El cambio en la estructura deportiva del Valencia CF era ya un hecho y todo lo demás era cuestión de tiempo. Si no hubiera sido Rodrigo Caio, fichaje que además fue descartado después por los servicios médicos, la bomba hubiera estallado antes o después, quizá este mismo fin de semana con el fichaje de Santi Mina, un futbolista que llega también de la mano de su representante, Jorge Mendes, con la aprobación de Nuno y Lim.

En los planes de las personas de confianza del magnate, Rufete dejaba desde esta temporada de ser el máximo responsable de la configuración de la plantilla, quedando en un papel secundario trabajando en la Academia y la secretaría técnica. Todos en un escalón inferior al de Nuno. Eso fue al principio, sobre todo porque los asiáticos tenían en buena estima al de Benejúzar y se consideraba bueno el trabajo de captación que realizaba junto a Ayala y Joan Salvans. Después, sin embargo, la relación fue a peor hasta el punto de que el entrenador transmitió a la propiedad que lo más lógico era que ni él ni Amadeo Salvo estuvieran ya en el club al iniciarse el trabajo de pretemporada este domingo.

La posición de Meriton con la figura del presidente ejecutivo era bastante más delicada, sobre todo porque es la persona que hizo posible la llegada de Peter Lim al Valencia y su vínculo más firme con el valencianismo, es decir, con esos aficionados a los que ahora intenta acercarse Lay Hoon. No es lo mismo, claro. Hubo muchas dudas, más allá de la situación personal y familiar que mencionó Amadeo Salvo el día de su despedida, durante esos días hubo una tremenda lucha interna y movimientos para cambiar el destino, llegando a plantear el pulso definitivo: «o Nuno o nosotros». Para el propietario, sin embargo, la presencia del portugués en su proyecto ha sido innegociable desde el primer día. Desde Singapur hubo intentos para que Salvo se quedara y cumpliera al menos su contrato hasta el próximo mes de diciembre, pero la decisión estaba tomada con todo el equipo y todos acabaron saliendo juntos después de negociar con los propietarios.

La afición quiere que vuelva

Salvo, poco más de dos años después de haber llegado al club, dos años de una actividad frenética, se marchó con todos los que han formado su equipo más cercano de colaboradores, una decisión que ha generado una gran confusión en el valencianismo al ser el auténtico referente en un Valencia que acaba de comprar una compañía asiática. ¿Volverá algún día Salvo al Valencia CF? Desde luego es pronto ni siquiera para plantearlo, pero en una encuesta que publica la edición digital de SUPER por parte de los aficionados no parece haber dudas. La inmensa mayoría de los participantes, más de dos mil, manifiestan que su deseo es que Amadeo Salvo vuelva al Valencia en el futuro.