Rodrigo Caio no será jugador del Valencia. El brasileño está descartado como refuerzo blanquinegro como hizo saber el club en un comunicado a lo largo de la tarde del lunes. Los tres exámenes médicos -dos revisiones practicadas en Valencia y una tercera exploración a cargo del Dr. Ramón Cugat en Barcelona- a los que se sometió el jugador desde que aterrizó el pasado viernes en el Aeropuerto de Manises desaconsejaban su contratación.

El prestigioso especialista catalán fue el último en corroborar los informes de los servicios médicos del Valencia CF desde su clínica de Barcelona. El fichaje del futbolista fue considerado por todos los especialistas como 'fichaje de riesgo'por el estado de su rodilla. El único motivo por el que el club ha desechado su traspaso es la rotura de la rótula en la rodilla derecha que se produjo cuando tenía quince años. No existían los problemas contractuales, como argumentó el Sao Paulo, ni tampoco era impedimento la lesión de ligamentos que se produjo el verano pasado en la rodilla izquierda. Esa rodilla estaba perfecta. El problema era la otra. Su lesión crónica de la infancia. La que ha puesto el punto y final al 'caso Caio', para decepción del presidente del club brasileño que manifestó su negativa a romper la operación por la necesidad de liquidez de la entidad.

Caio arrastra una protuberancia ósea en la rodilla derecha fruto de la rotura de la rótula que sufrió cuando tenía quince años. La lesión se produjo en plena etapa de crecimiento, no permitió que la formación transcurriera por los cauces naturales y provocó que el jugador desarrollara una rodilla más grande que la otra con el paso de los años. El estado de esa rótula, fracturada de niño, no le impide jugar a fútbol. De hecho, lo ha seguido haciendo en el Sao Paulo en los últimos años. Sin embargo, sí que le convierte en un fichaje de riesgo. Su rodilla derecha no ofrece garantías. Existían posibilidades de recaída a medio-largo plazo y, de ahí que los tres informes médicos desaconsejaran el fichaje. El club podía haber corrido ese riesgo si el jugador llegara a coste cero, por ejemplo, pero era una temeridad jugársela pagando un traspaso de 12,5 millones de euros más cuatro en variables. Esa fue la decisión final. Imperó la medicina y la lógica y el fichaje sorpresa de Mendes y Nuno, que desató una crisis institucional en el club dejando en evidencia el poder de decisión de Salvo y Rufete se fue al traste. No hay fichaje.

El jugador durmió en Barcelona. Muy tocado después de conocer el informe médico que desaconsejaba su contratación. Era el final de un día que, desgraciadamente, nunca olvidará. El Valencia hizo todo lo posible por ficharle, pero en esas condiciones era imposible. El jugador, acompañado por el médico valencianista Luis Silvestre y sus agentes, se sometió a un tercer y último chequeo complementario en la clínica de Barcelona de Cugat. Ramón Cugat corroboró el diagnóstico negativo que el pasado sábado también hicieron sus ´colegas´ Francisco Forriol Brocal y Eduardo Zaragozá de la Clínica ERESA y Enrique Gastaldi del Nou d´Octubre. El informe de Cugat era el mismo que el del jefe de los servicios médicos del Valencia Juan Albors. Todos coincidían. Ya solo quedaba tomar una decisión.

El club ponía fin a la incertidumbre de los dos últimos días, descartaba el fichaje y SUPER informaba en exclusiva pasadas las seis de la tarde. Dos horas más tarde, el Valencia lo hacía oficial con un comunicado -«El Valencia ha decidido no proceder a la contratación de Caio. La decisión ha sido tomada después de considerar diferentes problemas en la operación, que desaconsejan su fichaje»-, que minutos más tarde aparecería sin esa última coletilla que le relacionaba con la lesión. Sao Paulo lo hacía oficial poco tiempo después sin rastro de la lesión. «Sao Paulo informa que el traspaso de Caio al Valencia no fue concretado por divergencias contractuales».