Josep tiene seis años y es uno de esos valencianistas que lo sienten de verdad. El pasado jueves por la tarde María, su madre, se puso en contacto con Superdeporte porque al pequeño le había invadido la preocupación y se echó a llorar después de leer que el Valencia podría vender a Sofiane Feghouli, quien acaba contrato el 30 de junio de 2016. «Soso es su futbolista favorito y está llorando desde que ha visto que si lo quiere el Fenerbahçe, que si no renueva, que si se puede ir… ¿El niño podría ir a ver a Feghouli y pedirle que se quede en el Valencia CF?», preguntó también con cierta inquietud la mamá a uno de los redactores de este periódico, quien le respondió que «no habría problemas» con un jugador cercano como Sofiane y le informó sobre los entrenamientos durante el fin de semana.

El viernes por la tarde la familia estuvo en el COTIF presenciando el partido del Valencia sub’20. Horas más tarde, todos madrugaron para estar temprano en la Ciutat Esportiva y esperar a Feghouli. Pocos minutos después de las diez de la mañana Josep, su hermano pequeño, el recién nacido Joel, y sus padres, María y José, ya estaban ahí. Durante casi cuatro horas el niño de seis años esperó impaciente a la salida de su ídolo después de entrenarse. Se sentaba, se levantaba, se mordía todas las uñas de las manos y disfrutaba haciéndose fotos con los jugadores de su equipo: André, Ryan, Fuego, Alves, Vezo, Parejo… Feghouli, ajeno a la visita que le aguardaba a las puertas, sería el último de todos en abandonar las instalaciones porque había estado tratándose con los fisios.

Las dos de la tarde se acercaban y Feghouli aún no aparecía. La familia reside en Guadassuar, a 45 kilómetros de Paterna, y no podía quedarse por mucho más tiempo antes de regresar a casa a comer. Sin embargo, convencer a Josep hubiera sido misión imposible, decidido a esperar a Soso lo que hiciera falta. En ese momento la fortuna se alió con el pequeño, a las 14:00 en punto Feghouli detuvo su vehículo y bajó para atender a una quincena de seguidores. El niño con su equipaje taronja se desvivía por acercarse al jugador mientras su madre le aconsejaba aguardar a que acabara con los demás aficionados.

Complicidad entre los dos

Por fin llegó su hora, el anhelado cara a cara con Sofiane. La timidez le atrapó, aunque finalmente se armó de valor para acercarse al argelino y darle la mano al mismo tiempo que una seguidora le decía a Feghouli: «¡Aquí tienes a tu mayor admirador!». La mamá de Josep le animó a contarle a Soso porque se pasó el miércoles y el jueves entre lágrimas: «Díle por qué llorabas, qué leíste en el periódico… que se iba, pregúntale, Josep: ¿Soso, te vas del Valencia?». El pequeño de Guadassuar estaba nervioso delante de su jugador preferido, pero levantó la cabeza y la mirada hacia el centrocampista esperando la respuesta del ‘8’ del Valencia. «¿Sí? ¡Tranquilo! Que no me voy, que me quedo aquí», le contestó Feghouli con efusividad y una sonrisa cómplice. Una sonrisa que se trasladó rápidamente al rostro de Josep, que ilusionado corrió a chocar su mano. Soso, atento siempre a los pequeños valencianistas, trató con afecto al niño, al que abrazó y dio unas caricias. «Josep, ¿vas a venir al partido contra el Mónaco? Quiero que vengas y me apoyes, eh», le comentó Soso. El argelino confía en la fuerza de los aficionados para tumbar al Mónaco el miércoles.

La voluntad de Sofiane es clara: quiere quedarse en el Valencia. El futbolista está a la espera de que puedan fructificar las negociaciones entre su agente y consejero y la presidenta del club, Lay Hoon, para renovar su contrato. Por el momento, las partes mantienen diferencias en sus posiciones, aunque el deseo firme del jugador puede acercarlas. Nuno cuenta con un jugador que le ha dado rendimiento