La del miércoles no fue una noche más en el anecdotario personal de José Luis Gayà. El de Pedreguer cuajó en Tallin la que probablemente sea su comparecencia más decisiva de todo su paso por las categorías inferiores de la selección española y ayer se reincorporó con su mejor sonrisa al trabajo con el Valencia. Todavía resonaban en su cabeza los ecos de un partido que, por lo que significa y por cómo se dio, sobresale claramente en un calendario de competición que estalla por sus costuras. Gayà se confirmó como uno de los nuevos líderes de la Roja y anotó su primer gol en partido oficial desde que llegó a la Sub´21. Un tanto en el que brotó todo su instinto goleador „casi a la altura del de Alcácer„ y que alivió las palpitaciones de los de Celades en un momento de máxima exigencia. Deulofeu, autor de la jugada que él remachó en el área pequeña, se fue corriendo a celebrarlo con él y cuando recobró mínimente el sentido tras la euforia le preguntó: "¿Y tú qué hacías ahí?".

El atacante del Everton, capitán de la Sub´21, entró en combustión cuando Gayà anotó el tanto que encaminaba a España hacia una victoira importantísima en lo que a puntos se refiere pero que también supone una inyección de moral para el resto de la fase de clasificación. Deulofeu fabricó una individualidad que fue clave, ganó línea de fondo entre regates y trompicones y retrasó al corazón del área pequeña, donde Gayà empujó con frialdad de autómata donde a otros les tiemblan las piernas. El valencianista acababa de colgar un centro desde la izquierda y se acercó de manera instintiva hacia la portería del combinado de Estonia. El balón cayó justo en sus botas y no dudó.

Podría parecer una casualidad, pero si uno analiza el encuentro de manera detallada se da cuenta de que la contribución de Gayà para la Roja fue explosiva. Ni más, ni menos. Y no solo por el gol. El lateral envió hasta cinco centros de máximo peligro para sus compañeros, todos y cada uno de ellos de una nitidez asombrosa. Únicamente falló en uno, apenas perdió balones y fue un auténtico cerrojo en labores defensivas. Un jugador total que atraviesa un destacado momento de forma, disfruta del día a día con inteligencia y quiere aprovechar esa inercia para marcar la diferencia con la camiseta valencianista. Las sensaciones no pueden ser más positivas a su regreso de Estonia y ya descuenta los días para retomar la competición frente al Sporting de GijónSporting de Gijón. Ayer a su vuelta a la Ciudad Deportiva de Paterna pasó por los micrófonos de VCF Radio y se mostró satisfecho con sus progresos: "tuve la suerte de hacer el gol de la victoria y estoy contento por el gol pero sobre todo por los tres puntos, estamos todos muy ilusionados. El gol me recordó mucho a los que marca Alcácer al primer palo". Gayà también aprovechó para analizar el marco en el que está metido el equipo actualmente y destacó que es un futbolista que le gusta exigirse "mucho", sabe que "la gente va a esperar más" de él pero "también voy a esperar más de mí" y está absolutamente convencido "de que los resultados van a llegar pronto" porque «el equipo se ha reforzado muy bien y ahora hay que comenzar a sumar de tres en tres sí o sí".