El Zenit de San Petersburgo se presenta en su quinta participación consecutiva en la fase de grupos de la Champions Zenit de San Petersburgo con el objetivo de alcanzar los octavos de final y de encontrar una motivación al margen de su mal inicio en el campeonato ruso. Estado de crisis: el entrenador André Villas-Boas anunció la semana pasada que no continuará en el Zenit la próxima temporada y ya han transcendido sus discrepancias con la directiva, los seguidores y algunos jugadores (Kerzhakov está apartado en el segundo equipo).

Entre tanto el equipo alterna momentos de velocidad y precisión en ataque con situaciones de bloqueo ante rivales bien posicionados y faltas de concentración en defensa. La temporada pasada el Zenit de Villas-Boas fue un campeón muy ambiguo: cumplió el requisito mínimo de conquistar su quinto campeonato de liga -uno en la época soviética y cuatro en la ‘era Gazprom’- pero mostró una versión muy especulativa en la Champions League, salvo en el partido que abrió su fase de grupos ante el Benfica en Lisboa. Fue tercero tras Mónaco y Leverkusen. Paradójicamente esta temporada el Zenit deberá encontrar una dinámica positiva en la máxima competición continental, en un grupo muy abierto por su atípica condición de cabeza de serie y que comparte con Valencia, Lyon y Gent.

La figura

Hulk. Máximo goleador del campeonato ruso (cinco) y premisa ofensiva de un equipo que configurado a partir de su diagonal y disparo desde la banda derecha. El brasileño renovó en febrero su contrato con el Zenit de San Petesburgo hasta 2019 para preservar su estatus de internacional. Siempre exibe su potencia física y un rendimiento constante que evidencia su complicidad con Villas-Boas.

Hombres claves

Hulk y Shatov. Los dos extremos son los jugadores más determinantes: uno u otro han intervenido en 14 de los 16 goles que ha marcado el Zenit en este comienzo de curso. Ambos son jugadores muy enérgicos y con capacidad para definir o asistir. Combinan potencia, velocidad, remate y oportunismo.

Puntos fuertes

La línea de 3 mediapuntas. Al desequilibrio de Hulk y Shatov se une la creatividad de Danny. El ‘playmaker’ portugués ha ido entrando en el equipo debido a una lesión en pretemporada y a la reducción del límite de extranjeros en el campeonato ruso (de 7 a 6 sobre el campo). Es la línea de más calidad en el equipo y la que genera situaciones para la incorporación de Criscito y Smolnikov desde los laterales o de Witsel desde el mediocentro.

Puntos débiles

Concentración y juego aéreo. La falta de motivación es una amenaza constante para los entrenadores extranjeros en Rusia (Advocaat, Emery, Spalletti, Capello) y en este Zenit, acostumbrado a dominar desde la posesión, los contraataques y las combinaciones rápidas de los adversarios generan muchos errores defensivos. También tiene una carencia en el juego aéreo y las acciones de estrategia defensiva, una auténtica plaga para los equipos del ámbito ex soviético que el conjunto peterburgués ha paliado con las contrataciones de Garay, Javi García y el gigantón Artem Dzyuba.