El Valencia se enfrentará este martes en Cornellà a un equipo con alma de boxeador. En la previa del encuentro de este pasado fin de semana ante la Real Sociedad, Sergio González trató de reforzar el aspecto psicológico de sus hombres tras salir revolcados contra el Real Madrid y les persuadió de que debían llevar a cabo una puesta en escena irreductible, como ese luchador infatigable, que oscila en la polaridad del ring, que entra en el intercambio de golpes y que cada vez que cae vuelve a levantarse. Una y otra vez. Sin importarle nada más que obtener el resultado que desea. Con esa hoja de ruta, al Espanyol no solo no se le pasó factura el varapalo de la semana anterior sino que compitió de forma racial y supo sostenerse siempre de pie ante el conjunto donostiarra. Intercambió golpes y venció por nocaut en el descuento, con un golpe durísimo, sin derecho a réplica. El alma le llegó al Espanyol hasta el final y el resultado dejó un poso de sensaciones positivas. El equipo está perfectamente recuperado del trastazo, ha engranado sus piezas y ha alcanzado su velocidad de crucero con jugadores de naturaleza creativa como es el caso de Marco Asensio, asentado como uno de los nuevos iconos blanquiazules y que fue decisivo contra la Real Sociedad.

Cuatro jornadas le ha costado a Sergio González sentar las bases de su equipo, pero ahora puede decir que está preparado para afrontar cualquier desafío. Algo que no es fácil de conseguir y que el Valencia, cuando comience el encuentro en el Power8 Stadium, probablemente todavía no habrá logrado afianzar. La necesidad es máxima para los de Nuno, más después de no conseguir pasar del empate ante el Betis y los dos equipos llegarán a la cita con los mismos puntos. En la mañana de ayer el delantero Gerard Moreno, que anotó el tanto decisivo ante la Real, pasó por sala de prensa y destacó que la idea es «ir partido a partido. Ahora debemos trabajar ya en el siguiente encuentro, contra el Valencia, de la misma forma que preparamos la visita a la Real. Tenemos que ser ambiciosos y siempre con confianza». El camino está marcado. Una puesta en escena intensa y la metáfora del boxeador infatigable para vencer también al Valencia, que ganó, perdió y empató en sus últimas tres visitas al Espanyol. Hasta 76 partidos se han disputado en terreno catalán, de los que los blanquiazules se han impuesto en 41 ocasiones, catorce se han resuelto en empate y ventiuno con victoria valencianista. El conjunto de Nuno no tiene más margen de error y está obligado a dejarlo todo para sumar 3 puntos.