La Ciudad Deportiva del Valencia estaba más ruidosa que de costumbre y estaba plenamente justificado. Los jugadores del Valencia tuvieron una sesión de trabajo diferente y divertida. Y lo que era más sorprendente, por una vez, ellos no iban a ser los protagonistas; las órdenes de Nuno no serían para ellos porque cerca de cincuenta niños iban a entrenar junto a ellos.

Los pases de Parejo no fueron para André Gomes, Feghouli no tuvo que regatear a Lucas Orban ni Negredo luchar con Mustafi o Vezo para poder controlar un balón largo de Yoel desde la otra portería. Los rivales eran niños y niñas equipados con camisetas del Valencia y con una sonrisa de oreja a oreja por poder disfrutar de una experiencia que difícilmente olviden en su vida... ¡entrenaron con el Valencia!

Si hasta Nuno hizo su particular selección de niños futbolistas para organizar el partidillo. ¡Era todo tan real! Y tan mágico para los niños que hasta Negredo y el segundo de Nuno, Phill Neville, ayudaron a un par de niños que sufrieron algún percance fruto del mucho empeño que ponían los chavales en cada acción. Pero lo mejor no era verles jugar, las mejores imágenes, o las más simpáticas se vieron cuando como auténticos profesionales, los niños calentaron y realizaron estiramientos con los jugadores del Valencia y aprovechaban para mirarlos de cerca y pensar... «de mayor quiero ser como ellos». ¿Quién no lo ha soñado cuando ha sido niño?