Por primera vez desde que es máximo accionista del Valencia Peter Lim se encontró en Mestalla con una opinión masiva por parte de la grada que no es de su agrado. Instantes antes de que concluyera el partido contra el Betis, en el que el equipo no pasó del empate a cero frente a un rival con un jugador menos, una mayoría de aficionados cantó contra la figura del entrenador del proyecto, Nuno Espírito Santo. Horas después el máximo accionista y el técnico portugués cenaron juntos en un conocido restaurante de la ciudad, ´La Principal´, con otros miembros del Consejo.

Entre los asuntos que Peter Lim está estudiando es la contratación de un nuevo director deportivo que pueda descargar, en cierto modo, la labor del entrenador portugués desde que a principios de julio se consumó la salida del club de Rufete, quien ejercía de mánager general ayudado por una secretaría técnica liderada por el exjugador argentino Fabián Ayala y el scouter Joan Salvans.

En alguna de sus últimas intervenciones públicas el entrenador ha indicado que existe un grupo de trabajo en el club que colabora en las funciones de scouting. Sin embargo, no existe una figura reconocible que asuma el cargo de director deportivo y esté al frente del citado grupo de trabajo. Esta es la razón por la que Lim baraja el fichaje de un director deportivo y ayer lo comentó con Nuno durante la cena que tuvo lugar en un reservado de la cervecería situada en una de las calles próximas al estadio y la Avenida de Aragón, Polo y Peyrolón.

Peter Lim prefirió quedarse a cenar con el director técnico y analizar el momento que vive su Valencia y no regresar de inmediato a Singapur, donde durante el domingo se desarrolló la carrera nocturna del Gran Premio de Fórmula 1. Es más, Lim, poseedor de alrededor de un 20% de las acciones de la escudería McLaren, ha dejado de lado el Gran Premio durante los últimos días en una semana en la que ha visto dos partidos del equipo desde su palco de Mestalla: Zenit y Betis. Un indicativo de que el proyecto que desarrolla en el Valencia capta buena parte de su atención.

El máximo accionista ha trasmitido personalmente al equipo y al míster sus ánimos y plena confianza en que los resultados van a acabar siendo positivos.