Con victorias es mucho más sencillo recuperar la confianza. Precisamente, la tarea que ocupa al Valencia de Nuno Espírito Santo. El viernes el equipo volvió a saborear un triunfo después de las derrotas sufridas frente al Zenit y el Espanyol y el triste empate entre medias con el Betis de testigo. A pesar de ganar al Granada gracias al cabezazo de Mustafi, el público de Mestalla se marchó a casa silbando a los jugadores y, especialmente, al entrenador. Como reconoció más tarde en la zona mixta Enzo Pérez, «hay que mejorar el juego». El valencianismo está ansioso por que su Valencia le ofrezca más motivos para creer. Antes de que la Liga pare nuevamente por los compromisos internacionales de selecciones, el Valencia tiene dos oportunidades de hacerlo, Olympique Lyonnais y Athletic Club: Dos partidos que el vestuario se marca como puntos de inflexión en el objetivo de colocar al club donde merece.

La imagen mostrada contra el Granada no convence a una mayoría de seguidores. Sin embargo, algo ha empezado a cambiar. La inoperancia de la segunda mitad en Cornellà-El Prat provocó una reflexión seria en el interior del equipo. En la victoria ante el Granada la voluntad de cambio desde el banquillo y el césped quedó demostrada con el compromiso del grupo y unas línea de presión más alta e intensa. Además, en Barcelona empezó a verse la autocrítica que tanto han echado en falta los aficionados e, incluso, los propios jugadores por parte del técnico luso. Nuno reconoció este viernes que «el problema no está resuelto» pese a la primera victoria en casa. No obstante, la primera voz autorizada en dar el paso fue la de Javi Fuego, uno de los tres capitanes del Valencia, después de caer con el Espanyol. «Mentiría si dijera que no hay dudas. En la segunda parte tuvimos una sensación mala y hay que cambiarlo, tenemos recursos suficientes para conseguirlo y somos los responsables», señaló el asturiano.

«No estamos en situación de pedir a la afición, ellos saben que los necesitamos, pero los que tenemos que dar un paso al frente somos nosotros», añadió Javi Fuego. El discurso público del hombre más veterano en una joven plantilla caló hondo. Al día siguiente eran más los futbolistas que, pese a reconocer la dificultad para entender las decisiones del técnico o la inexistencia de variantes ofensivas, asumían también la «responsabilidad» de levantar al Valencia de un momento delicado. «Estoy convencido de que lo vamos a sacar adelante», decía uno de los componentes de la plantilla.

La autocrítica y la asunción de las responsabilidades son dos pilares esenciales para poder corregir una situación difícil. El juego, lo estrictamente futbolístico, apenas mejoró contra el Granada, pero desde las palabras de Javi Fuego en Cornellà-El Prat hasta la sufrida victoria de la última jornada y lo dicho después por Enzo Pérez y Nuno sí se observan indicios de recuperación. Inputs que hacen pensar que este Valencia quiere resetearse y volver a empezar. «No nos quedamos con ganar. Nos falta trabajo, hay que seguir mejorando, sabemos que hay que tener la cabeza fría cuando se gana y cuando se pierde, así que no podemos relajarnos», comentó el medio argentino, otro de los pesos pesados del vestuario blanquinegro, que destacó que «lo más importante es haber ganado porque da tranquilidad».

Desde el banquillo Nuno Espírito Santo también deja vislumbrar un viraje en su mensaje. A pesar de haber vencido al Granada, el luso admite la existencia de un problema en el campo que debe resolverse «con trabajo». «Hay dinámicas que tenemos que cambiar? hemos ganado que era lo fundamental. La prioridad era ganar, hemos sabido sufrir, dejamos la portería a cero y es la actitud que debemos tener. El punto de inflexión era ganar y lo hicimos, pero sabemos que el problema no está resuelto, ahora no pensemos que todo va a salir bien, el martes jugamos en la máxima competición y sufriremos, pero me quedo con la actitud», dijo Nuno.

Tanto los futbolistas como el entrenador afrontan el reto de dar forma definitiva a la reacción con dos partidos que pueden significar un verdadero punto de inflexión. El martes 29 el equipo jugará en Lyon con el objetivo de revivir en la Champions y no perder más distancia tras 2-3 en casa con el Zenit. El domingo, a las 16:00, llegará la visita a San Mamés. Los dos partidos del curso pasado contra el Athletic acabaron en tablas. Los leones y el Lyon son dos rivales que exigirán lo mejor del Valencia. Dos exámenes para los que se antoja innegociable el compromiso que ejemplifican hombres como el ´General´ Mustafi o Jaume Domènech.