"La menatilidad que hay que tener es la que hemos tenido en la segunda parte, en la que hemos ido a por el partido". Jaume Domènech marcó con claridad cual es el camino para mejorar. El guardameta de Almenara comprobó en primera persona que defender las balas de fogueo de los jugadores del Sporting no es lo mismo que tener que sacar los misiles de Hulk. El brasileño le batió en dos ocasiones, primero con un disparo cruzado y después con un latigazo brutal desde la frontal. Sufrió, pero su mentalidad es la misma: "Estoy muy tranquilo, ni el sábado era un héroe ni ahora soy otra cosa, yo me debo a este club y a esta afición pase lo que pase".

Jaume está convencido de que el equipo puede reaccionar desde el despliegue demostrado en la segunda parte: "Hemos pasado por encima del Zenit, pero han pesado mucho los dos goles de la primera mitad". Conseguir igular dos goles en Champions tiene mucho mérito. Después, el tercer gol -Witsel desde la media distancia- pesó demasiado en el coco y en las piernas de los valencianistas.

La lectura postiva es que la reacción del equipo recuperó al mejor Valencia de la temporada pasada: "La afición se ha volcado. Juntos hemos ido a por el partido y hemos sido una apisonadora". El mazazo es duro, pero quedan otros cinco partidos y la tendencia es que el grupo va a ser muy igualado (el Gante consiguió empatar ante el Lyon): "Queda mucho, esto acaba de empezar y el Valencia puede ganar acualquier, en cualquier campo". Jaume no se arruga y el VCF tampoco. El Zenit deja una enseñanza. "El sábado vamos a trabajar para ganar y brindárselo a la afición", prometió.