Si hay un futbolista en la plantilla del Valencia que haya sido capaz de elevarse por encima de la dinámica de turbulencias que ha afectado al equipo en las últimas semanas ese es Jaume Domènech.

Por rendimiento, el guardameta de Almenara ha conseguido brillar con luz propia en un contexto que mezclaba un punto de tensión generalizada con la necesidad individual por demostrar sus prestaciones y ganarse un estátus de portero de élite. Era todo o nada, un desafío de vida o muerte. Jaume le ganó la partida a Yoel en la carrera por la titularidad y afrontó el reto de su vida con una naturalidad asombrosa. Cuando quiso darse cuenta del calado de su presencia en el equipo Mestalla abonaba cada una de sus efusivas celebraciones coreando su nombre, honores de leyenda. Sus cualidades han quedado más que contrastadas y tanto en la Liga como en la Champions su contribución ha sido realmente determinante hasta la fecha. Ha disputado nueve partidos, un bagaje en el que le ha dado tiempo para confirmarse como un portero de garantías, de los que suman puntos para el equipo. El ´gat´ no negocia con la portería, ha asegurado un total de diez puntos -es decir, cinco victorias- que se resuelven en una importante inyección para el Valencia. Cuando vuelva Ryan deberá ponerse a la cola. Aquí hay un portero de ´diez´.

Ante el Gante, Jaume no tuvo demasiado trabajo. El conjunto belga, muy aplicado en cuanto al orden y al trabajo, a duras penas pudo plantarle cara al equipo de Nuno, muy superior en calidad individual, pero antes del descanso consiguió empatar en un despiste defensivo. Gayà volvió a encarrilar el encuentro, sin embargo la cosa no quedaría ahí. En el tramo final un disparo fortísimo de Matton cuando todo parecía decidido pudo volver a poner las tablas en el marcador... pero apareció Jaume. ¡Otra vez! El de Almenara se estiró hacia su poste derecho y desbarató el peligro de un soplido. A diferencia de los anteriores capítulos, el nuevo héroe de Mestalla no se dejó ver en cantidad, únicamente en calidad. Una píldora de Jaume para salvaguardar dos puntos clave y que allanan el camino hacia los octavos de final de la Liga de Campeones. En este sentido, el guion fue muy similar al que descrifró el partido en Gerland ante el Olympique. El guardameta hizo aquella noche cuatro paradas, dos de ellas en un último tramo de infarto, despejando un remate a bocajarro del conjunto francés y desviando un balón que se filtró de un bosque de piernas dentro del área.

El Valencia sumó tres puntos en aquel partido y dos de ellos se los debe directamente al guardameta. Su papel, por lo tanto, ha sido decisivo para despejar el camino de la clasificación con dos victorias sufridas tras encajar una dura derrota ante el Zenit en Mestalla, un rival con futbolistas de primera clase como Hulk, que marcó la diferencia con dos auténticos golazos, inapelables para el portero valencianista. De no haber intervenido con esa precisión, el Valencia estaría a día de hoy con solo dos puntos en Champions, los mismos que el Gante y el Olympique. Un triple empate en una carrera por la segunda plaza, único objetivo a tiro, habida cuenta de que el Zenit habría asegurado prácticamente la primera. En la Liga su contribución no se queda atrás. En las siete últimas jornadas, seis de los diez puntos que ha sumado el Valencia desde que se enfrentó al Sporting son gracias a Jaume. Unos registros espectaculares que son curiosamente la mitad del total de los que tiene a día de hoy, doce, lo que le vale para mantenerse en la octava posición y a solo seis del liderato, que ocupan Madrid, Celta y Barça con 18. Si al Valencia le restaran los seis puntos que han asegurado las paradas de Jaume para mantener el resultado ante Sporting, Granada y Málaga, donde fue clave, estaría en los mismos puntos que la Real Sociedad o Levante, equipos que a día de hoy ocupan posiciones de descenso. Ante el Atlético, este domingo en el Calderón, Jaume buscará alimentar estos registros. Curiosamente, será el partido número diez en la élite para un portero de ´diez´.