Este miércoles, Nuno no necesitó volverse sobre sí mismo para buscar alternativas de ataque en el banquillo cuando el equipo las necesitó. Con Santi Mina sustituido en el descanso por Piatti, la única baza posible para aglutinar argumentos de remontada desde el frente ofensivo era Álvaro Negredo, que había viajado junto al resto de la expedición, sí, pero minutos antes del inicio del encuentro el técnico decidió confinarlo a la grada por quinto encuentro consecutivo. ¿Por qué? ¿Está entrenando bien? ¿Ha pasado algo de puertas hacia dentro? Esas eran algunas de las preguntas que se le plantearon al técnico a su paso por la sala de prensa. Quizá al tratarse del ´7´, Nuno no capeó la cuestión con hojarasca habitual.

Lejos de salirse por la tangente, el técnico decidió darle una vuelta de tuerca a su discurso, de naturalidad vacua, e insinuó hasta en tres ocasiones en poco más de un minuto que el problema, el factor clave de todo esto, el secreto que responde a las preguntas que se hacen constantemente aquellos que reclaman la presencia de Negredo sobre el césped, radica en que el atacante no quiere estar en el equipo. «Es un tema que ya he aclarado. Nunca he dejado de contar con un jugador que me demuestre que quiere estar en el equipo. Tomamos decisiones respecto de los datos que tenemos, son cuestiones internas. Nunca he dejado de contar con un jugador que me demuestre que quiere estar», comentó el entrenador portugués en una declaración que tiene tintes explosivos.

¿Pero le ha demostrado acaso que Negredo no quiera estar en el equipo? «Repondo lo mismo», insistió Nuno a la siguiente pregunta de su comparecencia, «las decisiones que tomamos son para mejorar al equipo, basadas siempre en análisis y en los datos que manejamos, no hay cuestiones personales. Son para mejorar al equipo. Y repito una vez más, yo cuento con todos los jugadores que me demuestren día a día que quieren ayudar al equipo». Fue el eslógan de un post-partido en el que la figura de Negredo, de nuevo en forma de arista extradeportiva, sobresalió respecto de un panorama de preocupación y tensión que se anuda al Valencia cara al futuro a corto y medio plazo. El delantero vallecano fue descartado junto a Lucas Orban y presenció el batacazo de sus compañeros desde el palco de autoridades del Ghelamco Arena de Gante, con gesto serio y deseoso de volver a vestirse de corto para ayudar al equipo, que ayer dejó escapar una ocasión nítida para clasificarse para la fase de octavos de final de la Liga de Campeones y se la jugará en las dos últimas jornadas ante Olympique de Lyon y Zenit de San Petersburgo, dos rivales de mayor entidad que el KAA Gent. Negredo saltó en al césped con el chándal acompañado de Oraban en los minutos previos al encuentro tapado en una braga, con una bebida isotónica en una mano y con el teléfono en la otra. La decisión del técnico puede ser clave en lo tocante a su futuro. En contraste con el discurso que tejió Nuno, Parejo y Barragán defendieron la profesionalidad del delantero y afirmaron que está trabajando bien, como uno más.