Perdió estrepitosamente en su debut, pero se ha ganado algo más importante: a su vestuario. El nombramiento de Gary Neville como nuevo entrenador del Valencia sorprendió a la plantilla en primera instancia. No lo esperaban. Llamó la atención del grupo sobre todo por su inexperiencia al frente de los banquillos. Sin embargo, han bastado tres días para que el técnico inglés se gane el respeto como entrenador de los jugadores. El de leyenda del Manchester United ya lo tenía. SUPER pulsó la opinión de los futbolistas en privado. Desde el anonimato para ver si el nuevo entrenador convence o no desde dentro. Y la realidad es que aunque "todavía es pronto", como dicen ellos, el técnico "tiene buena pinta". Ni siquiera el desastroso estreno contra el Olympique de Lyon en la Champions ha cambiado las primeras impresiones formadas.

"Al principio te llama un poco la atención, es normal, pero tiene las ideas claras, tiene buena pinta». Los jugadores no esconden la sorpresa inicial que produjo el anuncio oficial del nuevo entrenador. Sin embargo, tres días han servido para darse cuenta de que la persona elegida "tiene buena pinta" más allá de su experiencia al frente de los banquillos. «Ideas claras». Dos palabras claves que cobran todavía mayor importancia después de que la plantilla sufriera en primera persona la confusión táctica en la que vivía con Nuno. Los jugadores aún sienten que están conociendo al entrenador. "Todavía es pronto", aseguran. Sin embargo, ya están convencidos de que Gary sabe lo que se hace. "Todavía es pronto, pero sabe de que va esto. Nos va a ayudar a sacar lo máximo de cada uno", afirmaba. A nivel deportivo y a nivel mental. Y es que, fortalecer el estado anímico de cada uno de los jugadores es otra de sus prioridades. El equipo no sabe levantarse de los golpes y eso no ha dejado de penalizarle durante toda la temporada.

Un "currante" en el banquillo

"Es un currante". Los jugadores se identifican con la actitud con la que ha llegado al Valencia. Al final los resultados son los que mandan, pero que sus ganas contagien al grupo ya es digno de mención. "Contagia las ganas que tiene de cambiar esta situación, es un currante". Pero no todo es de color de rosas en estos primeros días de contacto. Desde dentro se reconoce que su desconocimiento del idioma es una "pena" porque entorpece la comunicación. Aún así, no creen que vaya a convertirse en un "problema". "La pena es el idioma, pero no va a ser problema. Muchas cosas se entienden solo con lo que enseña".