Para los futbolistas y también para el cuerpo técnico, el debut desastroso contra el Lyon tuvo que ver mucho con el estado físico de la plantilla. Es una de las grandes preocupaciones del vestuario. El partido contra el Barça y, sobre todo, el legado físico de Nuno ha dejado muy mermada al equipo. Por suerte, el Valencia está en las mejores manos. Jordi Sorlí, exrecuperador y ahora preparador físico, cuenta con la confianza de toda la plantilla. Le conocen, le respetan y le buscan. Él será el encargado de desarrollar un plan físico para recuperar gasolina y ´oxigenar´ al grupo. Valverde quedó prendado de Jordi y se lo quiso llevar al Athletic. Puede ser la solución.