Santi Mina, el diamante gallego que aterrizó en verano con todavía 19 años, ha comenzado a brillar en la parte final del año. El destino ha querido que en su prematura carrera el actual sea el mes con mayúsculas para este joven delantero nacido en Vigo el 7 de diciembre de 1995. La temporada pasada logró irrumpir en el selecto Celta del ´Toto´ Berizzo. Un año más tarde Santi Mina sonríe plenamente con el Valencia en diciembre. El día 5 el vigués estalló de alegría celebrando su primer gol con la camiseta blanquinegra, un derechazo con el interior de la pierna diestra para empatar al Barça en Mestalla. El miércoles 16 hizo el primer tanto del 2-0 al Barakaldo en la vuelta copera y tres días más tarde salió al césped por la lesión de Gayà y en sólo unos segundos empató a dos al Getafe.

"Este último mes para mí ha tenido un sabor especial, buenísimo. Fue muy bonito en lo personal. Soy muy joven, me queda mucho por delante, tiempo para seguir trabajando en busco de lo que uno quiere", afirma el futbolista en SUPER. En unas semanas, sin la presión encima que vivía el Valencia de Nuno Espírito Santo, Mina se ha liberado marcando tres goles en un par de semanas. El gallego ha recuperado las sensaciones de su explosión en Primera. Ahora parece mucho más fácil que pueda superar los nueve goles „siete en Liga y dos en Copa„ del curso pasado. "Yo sabía que los goles iban a llegar, soy un tipo constante en el trabajo. Si lo eres y lo dejas todo en el campo al final las cosas tienen que salir bien. Estoy muy agradecido a los compañeros, que día a día me están apoyando", indica Santi.

La suerte de Mina ha cambiado gracias a la constancia, sobre todo, al hecho de no cesar nunca en la lucha, pero también al apoyo de la familia y del vestuario. "Cuando las cosas no van bien la familia es el principal sustento, sobre todo, ahora mi novia que está viviendo conmigo, aunque no tenga ni idea de fútbol siempre me está ayudando, además aquí hay compañeros que me apoyan muchísimo y los considero buenos amigos. Y eso es muy importante", explica. De entro todos los colegas en el vestuario del Valencia, uno hace de ´padre´ y le sirve especialmente de ejemplo por su personalidad y carácter combativo en el campo: Jaume Domènech. "Jaume es el que más. Estamos bastante tiempo juntos, en las concentraciones compartimos habitación y da buenos consejos, ayuda, en tan pocos meses le he cogido un cariño y aprecio grandes".

Precedente positivo en Vila-real

Por ahora a Mina no se le da nada mal El Madrigal. El único partido que ha jugado allí fue en febrero de 2014, completó los 90 minutos y el Celta ganó 0-2. Esta vez llega en su mejor momento al partido y, si no es titular mañana, será una de las primeras alternativas para dañar al Submarino. Prefiere no catalogar el partido de final, pero admite la "necesidad" de "sumar de tres en tres". "Estamos lejos del objetivo, lo sabemos muy bien, debemos apretar en este final de la primera vuelta, reducir distancias y hacer una segunda vuelta muy, muy, buena. Tenemos que conseguir esa cuarta plaza, sea como sea", dice un jugador al que no le asustan ni Villarreal, ni Madrid ni el calendario infernal que espera: "La plantilla está capacitada para dar la cara, si estamos juntos y luchamos cada partido hasta el final tendremos lo que necesitamos, grandes victorias".