"El míster me dijo que jugara fácil y así lo he hecho". Fran Villalba se tomó al pie de la letra las palabras de Gary Neville. Lo hizo fácil hasta en su debut en Mestalla. Con el mismo descaro que en su día demostraron Isco, Paco o Gayà en su estreno de Copa del Rey. Como solo sabe jugar el del Cabanyal. Tocando fácil con las dos piernas. Porque le da igual la derecha o la izquierda. Ofreciéndose sin miedo escénico. Pidiéndola al pie. Jugando de primeras. Viendo el fútbol antes que nadie. Buscando y encontrando espacios imposibles. Haciendo mejor a todos los que le rodean. Asociándose de tú a tú con Parejo. Asistiendo a Negredo como pocos lo hicieron esta temporada. Campando a sus anchas como si llevara toda la vida jugando en Primera. Disfrutando en el césped como un chiquillo con botas nuevas. Ilusionando a la grada. Porque hubo flechazo nada más verle. Mestalla comprendió, desde el segundo balón que tocó, que estaba delante de un futbolista especial. El ´bebé´ que estaba esperando desde hace más de nueve meses. En la noche del miércoles nació a los ojos de la afición. Es diferente a todos. Es pura magia. Por eso le llaman el ´Mago del Cabanyal´.

Era una de las grandes atracciones del partido y Fran no defraudó. Gary le dio la alternativa en el descanso. Nada más ni nada menos que para sustituir a André. No le vino grande la presión. Tampoco el escenario. Ahí estaba en el centro del campo dispuesto a poner el balón en juego. Riéndose con Negredo. Tranquilo como un veterano. Ansioso porque el balón echara a rodar. A partir de entonces se le vio más cómodo. Desenvolviéndose como pocos lo harían a su edad. Tocó por segunda vez el balón y saltaron por primera vez chispas. Ahí estaba con el ´30´ a la espalda. Fran recibió, se dio la vuelta con el balón pegado al pie y descargó el juego a la banda de Orban con una soltura impropia de un jugador de su edad. Ahí empezaba un recital que impresionó a todos. También a Gary.

No es para menos. Fran dejó seis o siete detalles de calidad que arrancaron los aplausos de la grada y sus propios compañeros. Dani Parejo le felicitó en persona al final del partido con un gesto de cariño. Dos fueron asistencias a Negredo. La mejor con un toque de izquierdas de primeras sin tocar el suelo que dejó solo al Tiburón en el área pequeña. Exquisito. No menos buena fue una diagonal con pase interior a Santi Mina. Gustaba a la afición y se gustaba a sí mismo. También bajó a sacar el balón con Parejo, Dios los cría y ellos se juntan, y hasta buscó el gol con un desmarque de ´9´ que no vio De Paul. Todo lo hizo con sentido. Todo apunta a que será un gran jugador. Hay mucho trabajo por delante, pero por encima de todo hay madera de ´crack´. El futuro está en sus manos.

"Casi me caen las lágrimas"

«Estoy muy emocionado, casi se me caen las lágrimas», decía Fran a pie de campo nada más acabar el partido. Su debut salió redondo. «Estoy feliz, se lo dedico a mi familia, a mis padres. Estaba tranquilo porque el míster me transmitió confianza. Gary me ha dicho que he estado bien y que siga así para volver. Me dijo que empezara con tranquilidad como yo sé y que fuera cogiendo el ritmo. Sentí una gran emoción por el apoyo del publico, le agradezco a la afición su apoyo y espero devolver esa confianza depositada en mi». Fran admite que «no pude contestar a los mensajes» y que ojalá pueda llegar al nivel de Silva. «Ojalá fuera como Silva, él es el y yo soy yo, pero cada uno tenemos nuestras características, tiene nivel así que aun me queda». Fran le regaló la camiseta a su padre «que me sigue a todos los sitios y es el que mas me apoya». Ahora no puede bajar los brazos. «Estoy bien en el filial, todo lo que venga será bueno, Youth League, primer equipo...». Jugando así lo conseguirá seguro.