Delantero del Valencia, ídolo en Mestalla, goleador en la Selección. Paco Alcácer estaba predestinado. Roberto Soldado fue uno de los primeros en lanzar la profecía en las páginas de Superdeporte, durante la pretemporada de Marienfeld, allá por julio de 2012: "Paco tiene lo más importante en un delantero, ves que tiene mucho gol y se mueve bien". El presente y el futuro estaban ligados. El líder y su legatario soñaban con pelear juntos por el Valencia. La estampa era idílica hasta que los cambios institucionales del club y el ofertón del Tottenham crujieron el guión un verano después. Cruces del destino, la salida equivocada de Soldado terminó aliviando el camino a Alcácer. Mientras Roberto sufría en Londres, el de Torrent florecía entre vaivenes y conquistaba la titularidad en el ataque junto a Vargas tras imponerse a Dorlan Pabón, Jonas y Vinícius Araújo. Con Soldado, el destino hubiera sido diferente, mejor o peor. Centrifugando el tiempo en condicional, aquellas decisiones terminaron por truncar una de las parejas de ataque más potentes de la historia reciente de La Liga.

El Madrigal será escenario del primer cara a cara entre Soldado y el Valencia CF. También será el reencuentro del maestro y el discípulo. Por carga emocional, por personalidad, por momento de forma y por gol, el Alcácer-Soldado es uno de los duelos estelares del partido. El delantero del Villarreal fue como un hermano mayor cuando Paco comenzaba a caminar en el primer equipo, en aquellas primeras pretemporadas siempre fue un apoyo, conectaron y hablaban mucho. La relación ha continuado después. Primero fue ídolo y referencia. "Me fijo mucho en sus movimientos, cualquiera lo haría porque es uno de los mejores jugadores del mundo en su posición. Yo que lo tengo en el equipo, debo aprovecharlo y aprender", recitaba Alcácer no hace tanto. Ahora ha quedado la amistad de verdad. Alcácer y Soldado están hermanados por el gol.

Su mejor temporada

Alcácer lleva siete goles y cinco asistencias esta temporada. Ha participado de forma directa en 12 goles, firmando su mejor arranque desde que es miembro de la primera plantilla. Está creciendo y ampliando registros, pese a que el juego general no ha ayudado. Ha marcado todos sus goles y cuatro pases definitivos en La Liga . Además del doblete a Luxemburgo con la Selección. Con 30 años, Soldado guarda la agresividad de siempre y ha recuperado la alegría tras salir del Tottenham. En plena madurez guarda nuevos recursos. Conoce el juego. En los Spurs estuvo años luz del nivel exhibido en Mestalla, 16 goles y 11 asistencias en 76 partidos durante dos años. Ahora vuelve a jugar en casa, tiene la confianza de Marcelino y se nota, pero no es Alcácer. Tres dianas y cinco pases de gol en La Liga, seis tantos y siete asistencias en total. Con el rapidísimo Bakambu (10 goles y tres asistencias) forma una excelente dupla. Se compenetran.

Delantero de 30 goles

Los números de Paco desde la marcha de Soldado son claros. En estas tres últimas campañas, golea a su preceptor: 35 goles y 14 asistencias en constante evolución. Por el momento y por la trayectoria de Soldado cuando fichó por el VCF, uno y otro no se pueden comparar. El punta del Villarreal dejó Mestalla tras firmar 81 goles en tres temporadas. Llegó con 25 años y se marchó con 28. Era un depredador de 25-30 goles por curso. Peleaba con Negredo por ser el máximo realizador español de La Liga. Palabras mayores. ¿Qué dará Paco con 25 años? Hoy, no tiene techo. Con la edad de Alcácer, Soldado también había corrido camino. En las categorías inferiores del Madrid hizo destrozos, irrumpió en el primer equipo firmando el gol de un agónico triunfo en Champions (Olympiacos), se había ido para triunfar como ´Gudari´ Osasuna y alcanzó la selección con 22 años. Después, la competencia, la falta de tiempo y de oportunidades le llevaron hasta Getafe, como Paco. La carrera tiene ciertos puntos en común, los dos tienen un fondo competitivo similar, pero la forma es diferente.